Era un negocio familiar, que comenzó el bisabuelo de la familia, pero no pudo soportar la crisis que atraviesa por estos tiempos el gigante lácteo SanCor a nivel nacional y arrastró a la distribuidora al cierre.
En la mañana del viernes hubo reuniones entre los representantes de la empresa y de los trabajadores, acordando el pago de las indemnizaciones de los empleados con los representantes gremiales, tanto del Sindicato de Camioneros como de Empleados de Comercio, contó el portal El Chubut.
Desde el organismo público que reinaba la tristeza por esta situación, que deja más familias sin trabajo en la ciudad, una firma histórica y una empresa familiar con las persianas bajas.
El cierre de esta distribuidora se suma al de Cerámica San Lorenzo, y a los despidos “por goteo” que reconocen en la Secretaría de Trabajo está ocurriendo en la ciudad.