El dirigente sindical formuló hoy esos conceptos luego de que el sector de la central obrera identificado con los grandes gremios de servicios (‘gordos’) decidió anoche no sumarse a la marcha de protesta determinada por el plenario de secretarios generales de la CGT en el encuentro realizado el 28 de julio último en Ferro.
«No marchar el día 22 sería un mamarracho y un hecho insólito», sostuvo Palazzo, quien además aseguró que esa decisión violaría «el mandato unánime del plenario de secretarios generales, que convocó la propia central obrera para votar esa movilización».
El gremialista subrayó que si la CGT finalmente decidiera no marchar carecería absolutamente de validez «el documento votado en ese plenario, en especial lo que sus dirigentes escribieron sobre no negociar nunca los derechos de los trabajadores argentinos».
«Si esa finalmente fuese la postura de la central obrera, es decir, convocar a los gremios para votar algo que luego incumplirá, significaría actuar con la lógica del presidente Mauricio Macri, que defraudó a sus votantes realizando todo lo contrario a lo que prometió en su campaña electoral», puntualizó.
Palazzo afirmó que en el consejo directivo cegetista -que deliberará mañana en Azopardo 802- hay sectores que continuarán sosteniendo «la marcha y la necesidad de un plan de lucha», porque tienen «esa historia y esa tradición y no la rifarán detrás de una aventura oportunista para quedar bien con el gobierno» nacional.