Sergio Palazzo quiere conducir la CGT y ya no oculta sus intenciones. Dice que está preparado para hacerlo. Como promotor de la unidad en la central sindical, ventiló que su objetivo es incluir dentro de la estructura de la central obrera a las organizaciones piqueteras, de desocupados, de empleados no registrados y de cooperativistas.
«La CGT actual no contiene a los sectores de la protesta social», explicó a Ambito y ya se habla de su nombre como tentativo para después de las elecciones de octubre y podría convertirse en el primer secretario general de la CGT de extracto radical.
A pesar de su origen boina blanca, Palazzo respalda la lista de candidatos de Unidad Ciudadana y asegura que Cristina de Kirchner no es la misma que gobernó la Argentina entre 2007 y 2015. «La vi más abierta a escuchar, más receptiva a las críticas», confiesa.
Está convencido que la política económica de Cambiemos golpea el corazón y el bolsillo de los trabajadores y propone ir a una huelga general cuanto antes. «La medida de fuerza debe ser lo más rápido posible», dijo durante una mesa debate organizada por la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía, que lidera Carlos Minucci.
En la charla pública con un puñado de periodistas y algunos sidicalistas, prometió combatir la publicitada reforma laboral, propuso reducir la jornada de ocho horas y desafió a los caciques cegetistas que no están de acuerdo con lanzar protestas contra Mauricio Macri. «El Gobierno se sienta a dialogar si sos funcional y como no quiero ser funcional, me pelearé todas las veces que sean necesarias», advirtió.
«En el plenario de secretarios generales (de Ferro) se votó la marcha y el Confederal. Lo que sí pueden hacer es diferenciar la fecha, eso es materia de discusión. Si el Consejo Directivo decide posponerlo, sería bueno que nos digan quién votó por cada cosa, así están perfectamente identificados. Si no se hace el Confederal, hay ruptura», amenazó con total sinceridad.
«Un tercio (sector Schmid) y tres cuartos de otro tercio (sector Acuña) están bastante calentitos con el Gobierno y quieren emprenden una embestida, habrá que ver si es consecuente en el tiempo o es esporádico. (Los Gordos y díscolos de las protestas) no tienen los números para no hacerlo el 25 de septiembre, y sino que digan públicamente quién son los que no están de acuerdo para saber lo que tenemos que hacer», retrucó.