El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, se reunió ayer con la conducción de la CGT tras la tensión por la marcha a Plaza de Mayo del pasado 22 de agosto y en ese marco se acordó trabajar en «una agenda de temas laborales», en momentos en que pierde fuerza la posibilidad de un paro general.
El encuentro se realizó en la sede que el gremio de UPCN, y como preludio y gesto de buena voluntad, el secreatario general de ese gremio advirtió que no era momento para encarar una medida de fuerza.
La diplomacia con los gremios quedó a cargo del ministro de Trabajo, Jorge Triaca. Lo acompañaron en esa tarea su nuevo número dos, Horacio Pitrau, y otro recién llegado a la vidriera principal, el recién designado superintendente de Servicios de Salud, Sandro Taricco.
La reunión fue a pedido de Triaca, quien buscaba retomar el contacto con los dirigentes de la central obrera, luego de conversaciones informales en las que los propios referentes de la CGT le confiaron que no existe una voluntad mayoritaria dentro de la entidad de la calle Azopardo para convocar a un paro general.
De esta forma, el Gobierno y la CGT acercaron posiciones. De la reunión participaron los tres miembros de la conducción cegetista, Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña, y la mayoría de los representantes de los sectores dialoguistas de los gordos e independientes, como Andrés Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), mientras que hubo poca presencia del moyanismo.
Al retirarse del encuentro, Schmid evitó adelantar si el paro está en pie o quedó archivado y se limitó a decir que «la última palabra» sobre el tema «la tendrá el Confederal» de la central, que se reunirá el 25 de septiembre próximo.
Lo cierto es que varios popes sindicales de peso específico dentro de la central ya adelantaron fuera de los micrófonos y grabadores que la posición mayoritaria es dejar de lado una huelga y retomar las negociaciones con la Casa Rosada, con lo cual los sectores más «combativos», como el moyanismo y la Corriente Federal que lidera el bancario Sergio Palazzo quedarían aislados.
«Fue la primera reunión para intentar retomar el diálogo. Se buscará abordar una agenda de temas comunes y más adelante se formalizará una reunión en la sede de la cartera laboral», anticipó el jefe de la CATT y del sindicato de Dragado y Balizamiento sobre los próximos pasos que darán la CGT y el Gobierno.
Por su parte, Daer sostuvo que volvieron a plantearle a Triaca la agenda de reclamos de la CGT, como «los problemas de sectores de la industria, de los jubilados, y la necesidad de que se terminen las intervenciones judiciales de los sindicatos y vuelvan a quedar en manos de los trabajadores».
A su vez, el referente del gremio de Sanidad concedió que «es verdad que la inflación está bajando, es un dato de la realidad» y que, como dice el Gobierno, «puede haber una incipiente recuperación en algunos nichos de la economía» pero advirtió que con esos indicadores «aún no alcanza» para hablar de una mejoría generalizada.
«Lo que hicimos fue conversar sobre lo que pasó recientemente y la necesidad de reencauzar el dialogo. Quizá la estrategia no tenga tanto que ver con realizar una medida de fuerza», planteó Daer al volver a minimizar la posibilidad de activar un paro.