Se empiezan a ver los primeros frutos del nuevo acercamiento entre la CGT y el Gobierno Nacional luego del quiebre que produjo la marcha del 22 de agosto: la intervención del Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU), comandada por Alfredo Bertonasco, entregó a la Justicia Federal el cronograma electoral para que el gremio, de una vez por todas, empiece a caminar el sendero hacia su normalización.
Las elecciones, que según consignaron, serán con el novedoso método del voto electrónico como quiere el Gobierno, tendrán lugar entre el 18 y el 22 de diciembre, por lo que ya empiezan los diferentes actores a moverse para afianzar sus campañas.
Lo cierto es que todo el espectro de las vertientes cegetistas le pidió el lunes a Jorge Triaca la «normalización» de los sindicatos intervenidos en este año y medio y que «cesen las persecuciones a dirigentes».
El SOMU está intervenido desde febrero de 2016 y, con este proceso electoral, volverá a manos de los afiliados, a más tardar en febrero, cuando termine el mandato judicial decidido por el juez Rodolfo Canicoba Corral.
Según pudo averiguar InfoGremiales, las gestiones entre las distintas agrupaciones que componen el espectro político del gremio se aceleraron en los últimos meses. El temor, que llevó a los dirigentes a pensar alternativas conjuntas, es la posibilidad concreta de que el Gobierno utilice al SOMU como punta de lanza para desregular la actividad y, así, detone los convenios colectivos de trabajo.
Mejor parado parece haber quedado Mario Morato, luego de que haberse presentado a declarar y quedar en libertad. Varios conocedores del paño entienden que hoy, el dirigente, se puede convertir en el articulador de un gran frente que incluya a la mayor parte de los actores marítimos, porque mantiene la capacidad de presentar lista en todas las secciones de un sindicato sumamente complejo.