«Con un gobierno neoliberal, que en estos 20 meses no impulsó ninguna ley positiva para los trabajadores, no sería descabellado pensar que quiera intentar una flexibilización laboral», dijo el legislador kirchnerista.
Advirtió que «una reforma laboral como la de Brasil no pasa por el Congreso, y muchos menos tendrá la aprobación del movimiento obrero».
Recalde, de amplia trayectoria como abogado laboral, dijo que «si se intenta una flexibilización, creo que va a ser muy difícil que sea aprobada» por el Parlamento.
Dijo que «la experiencia indica que en los convenios sectoriales como el de Vaca Muerta o el de trabajadores rurales, se impulsaron con la promesa de que se crearían nuevos puestos de trabajo, y eso no pasó hasta ahora».
El legislador advirtió también sobre el peligro «de desfinanciar a las obras sociales, porque los empresarios quieren menos costos, menos aportes patronales, y además está en juego la seguridad jurídica para los trabajadores si lo que se quiere es conculcar derechos».
«Lo que se está hablando ahora es de un blanqueo y veremos cómo lo impulsan, pero lo que se quiere es beneficiar a los empleadores y lo que no queremos es que sea en perjuicio del personal en negro, porque si no tutelan los derechos no parece lógico que las modificaciones la paguen los trabajadores», añadió Recalde.
En diálogo con la agencia NA, Recalde señaló que hay sectores empresariales que «piden disminuir los adicionales salariales, que pasen como sumas no remuneratorias porque no tienen aportes y bajan costos y se puede perjudicar la financiación de las obras sociales».
Dijo que los empresarios «buscan también implementar o regular las pasantías, pero la actual ley nacional, apuntó precisamente a evitar el fraude laboral».
«Queremos capacitación en las pasantías y no que se contrate un estudiante de veterinaria para trabajar en un call center», señaló el legislador.
Recalde señaló también que «hasta ahora son todas promesas de nuevos empleos de calidad, pero la realidad es que el año pasado y este se viene perdiendo poder adquisitivo del salario real».
«Las paritarias fueron superadas por la inflación, aunque este año está el recurso de la cláusula gatillo para compensar esa diferencia», señaló.