La Bancaria expresó que la CGT debe reclamar «el cambio de la política económica, rechazar el ajuste y las reformas negativas para trabajadores y jubilados y defender las fuentes laborales» con «un plan de acción que incluya un paro general y su continuidad» hasta lograr esos objetivos.
La exigencia del gremio se concretó en las vísperas de la realización del Comité Central Confederal (CCC) de la central obrera, previsto para hoy en el Sindicato de Conductores de Trenes La Fraternidad.
La conducción del gremio, que lidera Sergio Palazzo y que asumirá un nuevo mandato el miércoles próximo, difundió un duro documento titulado «El futuro es hoy. El trabajo es nuestro. Que no nos tomen desprevenidos», en el que exhortó a los trabajadores del sector a «reflexionar» sobre su voto en las legislativas del 22 de octubre, que «no deben servir para posibilitar la imposición de pérdida de derechos y topes salariales perjudiciales», aseveró.
La organización sindical también exigió en el documento firmado por Palazzo y el secretario de Prensa, Eduardo Berrozpe, «la aparición con vida» del artesano Santiago Maldonado y subrayó que «los hechos y responsabilidades institucionales que se manifiestan en su situación son muy graves, intolerables e inaceptables».
«Sería necio ignorar lo que anticipa el gobierno para después de las elecciones: aumentos de gas, luz, combustibles y transporte, que derivarán en incrementos de los alimentos; tope paritario, cuando en diciembre próximo habrá que discutir la escala salarial desde el 1° de enero y no se resolvió aún el impuesto a las ganancias, y una reforma laboral y previsional», afirmó el gremio.
También sostuvo que los bancarios «no pueden ignorar que las principales rentas financieras provienen de préstamos al Estado o colocaciones especulativas en letras del Central (BCRA), que se propone la descapitalización del Nación (BNA) y que las colocaciones en créditos hipotecarios son en el mediano plazo de recupero condicionado», en tanto señaló que esos anticipos de «más ajustes» sobre los derechos de los trabajadores y la realidad de la actividad confirman que «el esquema económico es insustentable y, para sostenerse, necesita tomar cada vez más deuda».
La Bancaria adelantó que «todo deudor supone un riesgo y tiene un límite y, en esa instancia, existirá la posibilidad cierta de un quebranto análogo al de 2001, cuando se perdieron en esas instancias previas y posteriores el 25 por ciento de empleos».
«Al contrario de lo prometido -mantener lo que estaba bien- antes de que asumiera el gobierno, se está destruyendo. El 40 por ciento de la capacidad industrial está ociosa; pequeñas y medianas empresas y comercios cierran; se pierden decenas de miles de empleos y la reactivación de la obra pública es coyuntural. Lo que estaba mal empeora. El déficit fiscal es cada vez más elevado y existe más indigencia, además de una fuerte presión sobre las fuentes laborales por las desregulaciones, la apertura del mercado a nuevos actores y la incorporación de tecnología», afirmó.
La conducción nacional añadió que ello indica que «el futuro es hoy, pero que el trabajo que lo hizo y hace posible es nuestro y que el beneficio de la tecnología debe alcanzar a los trabajadores, incluso reduciendo la jornada laboral».
Los dirigentes reseñaron que al solicitar en junio último la convocatoria a la revisión de las condiciones laborales bancarias, como lo determinó el acuerdo homologado por Trabajo, el gremio incluyó entre otros «este tema y el del grave problema de las tercerizaciones, que prometen multiplicarse con esa tecnología, aunque no hubo respuestas de la cartera laboral», concluyó.