El titular de la Bancaria, Sergio Palazzo ofreció una conferencia de prensa en el Teatro Gran Rex, en la Avenida Corrientes al 900, de forma previa al inicio del acto de asunción del nuevo Secretariado General Nacional para el período 2017-21, en el que participan miles de trabajadores y militantes que desbordan el lugar y esa arteria del microcentro.
El dirigente bancario y líder de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), quien en el Comité Central Confederal (CCC) de la CGT logró imponer una moción para reactivar el plan de lucha luego de los comicios del 22 de octubre próximo para el caso de que el diálogo con el gobierno sea «insatisfactorio», aseguró que «en ese encuentro gremial no se mencionó la posibilidad de reemplazar al triunvirato obrero» y sostuvo que, en cambio, se analizó la necesidad de rediseñar los futuros ejes del sindicalismo.
Palazzo explicó que la Corriente Federal ya había expuesto la necesidad de discutir sobre «una agenda programática» en un documento-propuesta de 26 puntos -luego se sumó a esa iniciativa el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA)- y reclamó que «el movimiento obrero analice esa posibilidad y no se atasque en la rosca de los dirigentes para discutir exclusivamente cuotas de poder».
«El ataque del gobierno al movimiento sindical no es un hecho aislado. El oficialismo lo eligió como enemigo porque es redituable en época electoral. De todas formas, los dirigentes deben dar cuenta ante la justicia de su patrimonio y accionar. Ahora, el Ejecutivo utiliza de forma obscena el caso Medina. Debería explicar de manera responsable el caso de Santiago Maldonado. No se puede generalizar cuando se habla de mafias. La gran mayoría no es mafiosa y tampoco la actividad gremial. Un tercio de los trabajadores están en negro, pero el gobierno no denuncia a la mafia empresaria. Se procura diezmar el poder de la actividad sindical a través de denuncias a jueces, laboralistas, la intervención de gremios y el desprestigio», dijo Palazzo.
En esa línea, aseguró que esa campaña «sistemática y organizada» apunta a imponer luego de las elecciones legislativas «la reforma laboral»; puntualizó que la CGT considera que «el gobierno intentará avanzar sobre los convenios colectivos, las condiciones laborales y las obras sociales» y subrayó que en el Confederal de ayer -con matices- «el movimiento obrero demostró unidad para pasar a confrontar de no haber soluciones».
Palazzo, quien explicó que sus prioridades de gestión serán durante los próximos cuatro años «la conservación del empleo, del nivel salarial y del poder adquisitivo» y «el crecimiento de derechos», reafirmó la necesidad de modificar la Ley de Entidades Financieras y adelantó que «las posibles reformas laboral, previsional y tributaria no serán buenas para los trabajadores», a la vez que indicó que el Confederal aprobó ayer «la creación de un Observatorio para acompañar a los gremios pequeños en sus negociaciones en procura de que el gobierno no avance sobre ellos para modificar los convenios sector por sector».
El dirigente sindical opinó que el Ejecutivo «no dilatará los tiempos del comienzo del diálogo con la CGT y los empresarios porque está envalentonado» y, además, requiere de parte del bloque opositor parlamentario para aprobar el presupuesto 2018, y señaló que el PJ deberá pensar cómo articula ese espacio para el 2019.
«Ya el ministro Jorge Triaca lo adelantó en su visita a la CGT. El gobierno no quiere una ley general que regule las relaciones laborales sino negociaciones sectoriales. Pretende junto con las empresas disminuir los derechos laborales para reducir los costos, que se integran con haberes y salarios diferidos. Pero este gobierno solo hace lo que le dejan hacer. En 2016, la Bancaria no se lo permitió», puntualizó el dirigente.
En otro orden, Palazzo afirmó que el sistema financiero pretende que «el salario inicial bancario sea menor al conformado durante uno o dos años para extender el período de prueba y, hasta ahora, no ofreció respuestas sobre temas como el régimen horario, y detesta la carrera bancaria, conformada por mérito y antigüedad», y sostuvo que los empresarios desean imponer «el ajuste y la productividad» y determinar «salarios volátiles».
Además, Palazzo denunció que el gobierno ya anticipó que para la próxima paritaria -que debe regir a partir del 1° de enero- procurará establecer una mejora salarial de entre el 8 y el 12 por ciento, lo que contradice «el presupuesto enviado al Congreso, en el que previó un proceso inflacionario del 16 por ciento».
El dirigente afirmó que el avance tecnológico, las tercerizaciones, las condiciones laborales, el empleo y también los salarios serán los temas a discutir en la próxima paritaria, al igual que las cuestiones de género.