Por Marcelo Peretta
La Cobertura Universal de Salud (CUS) es un programa de atención dirigido a personas sin prepaga ni obra social, donde el paciente será identificado con su DNI y otros datos similares requeridos en los subsistemas de cobertura privado.
Cubrirá a los 15 millones de personas que actualmente se atienden en el sistema público, especialmente a la población socialmente más vulnerable, que trabajan en la informalidad o están desocupadas.
Tendrá un sistema de turnos online y telefónico, a través de una línea 0800, apto para derivaciones y acceso a centros de atención primaria, y a equipos especializados a través de teleconsultas con hospitales de alta complejidad, evitándose las colas y filas de madrugada.
Cada paciente tendrá una historia clínica única digitalizada con acceso desde cualquier punto del país, que permitirá atender urgencias o casos de ausencia del médico en el centro de salud, inclusive recibir atención, tratamiento o cirugía lejos de su lugar de origen, o por “telesalud” sin necesidad de traslado.
El paciente asiste el día y hora del turno, con su documento para empadronarse, en donde le será asignado un médico de cabecera para el seguimiento particularizado de su estado de salud.
En la consulta inicial se construirá la historia clínica del paciente, de manera íntegramente digital, y se actualizará en las sucesivas consultas. Si al momento de la entrevista el profesional considera necesario realizar algún estudio complementario o se requiere atención especializada disponible en otro hospital, el paciente tendrá prioridad para acceder al turno.
El nuevo sistema permitirá una mayor articulación jurisdiccional a través de una “Red Nacional de Telesalud” que permitirá identificar las prestaciones que reciba cada paciente, tanto en hospitales nacionales, como en provinciales y municipales, con estándares y procedimientos de atención unificados.
La prescripción y dispensación de medicamentos será electrónica, y los productos que eran distribuidos por el “Programa Remediar” serán entregados en las farmacias de todo el país que atiendan la Cobertura Universal de Salud (CUS).
El sistema es gratuito para la población en general; sin embargo, cuando el paciente tenga cobertura privada y se atienda en un hospital público, se le cobrará a su prepaga u obra social.
Los afiliados / usuarios dispondrán de una aplicación para teléfono celular para conocer ubicación, teléfono y horario de atención de los profesionales de los centros más cercanos. Más adelante, el paciente concurrirá con su credencial a cualquier hospital y el recepcionista leerá el código QR del documento con un dispositivo óptico y automáticamente abrirá la historia clínica electrónica.
Los 1000 millones de dólares que requiere su financiamiento inicial surgirán del “Fondo Solidario de Redistribución” administrado por la Superintendencia de Servicios de Salud, y cuenta con aval de la Confederación General del Trabajo y las 62 Organizaciones Peronistas.
La prueba piloto arrancó en Mendoza y seguirá en Santiago del Estero y la provincia de Buenos Aires.