El lunes 23 de octubre Isabel Díaz (10 años de empleada efectiva) y Matías González (5 años, precarizado) llegaron al tarjetero con reconocimiento facial de la Comuna para arrancar su jornada laboral. No pudieron hacerlo. Cerca del mediodía él recibió telegrama de despido y ella, que nunca lo recibió, fue informada de su cesantía verbalmente.
Ambos habían ‘cometido el error’ de hacer campaña por un partido distinto al del jefe y entonces tronó el escarmiento. Tras ser reelecto, el Intendente Amaro Rodolfo González a la cabeza de Unite, una expresión local de Cambiemos, decidió borrar a quienes no hicieron campaña por él.
Desde el jueves se inició un paro de actividades. Son alrededor 700 los empleados de la Comuna de Timbúes, 300 están precarizados, 400 entre contratados y efectivos.
“Es una comuna muy rica para un puerto muy pobre. Tenemos un puerto de los más grandes de Argentina y es incalculable la plata que entra”, analizó José Febre al portal de prensa de la CTA Santafecina, quien como buena parte de sus compañeros lleva cinco años contratado.
“Hay una persecución político ideológica porque estuvieron apoyando a otro partido en las elecciones, cada vez nos sacan más cosas. Estamos en democracia y somos libres de pensar como nos parezca”, expresó el joven de 30 años. A raíz de estos hechos, de manera autoconvocada, se organizaron para seguir en la lucha por reincorporación y la efectivización de los precarizados.
“Decidimos estar firmes y entramos a la comuna para pedir una audiencia con el intendente ya que no da la cara. Iniciamos el paro el jueves y los sostendremos hasta que nos reciba y arreglemos todo”, aseguró. Si bien la comuna en su conjunto está de paro, una parte permanece en su lugar de trabajo por el temor a represalias.