La Asociación del Personal de los Hipódromos, Agencias, Apuestas y Afines de la República Argentina (Aphara) señaló que intentó, en las últimas semanas, conseguir una audiencia con el presidente del Instituto Provincial de Lotería y Casinos, Matías Lanusse e incluso la solicitó mediante Carta Documento del 25 de Octubre.
El objetivo perseguido por el gremio que lidera Diego Quiroga es la eliminación del 10 % de recargo que el apostador paga en las agencias hípicas, para dar cumplimiento entonces a lo estipulado en la Ley del Turf de la Provincia de Buenos Aires y generar mejores recaudaciones. Es decir un mayor atractivo para los apostadores y un alivio para los hipódromos.
Desde el gremio señalan que el Poder Ejecutivo Provincial se niega a autorizar la instalación de tragamonedas en los hipódromos de San Isidro y La Plata impidiendo así su competencia en igualdad de condiciones con su par porteño.
«Dicho sea de paso, las agencias hípicas tradicionales son responsables del 40 % de lo que se apuesta para los hipódromos y generadoras de importantes puestos de trabajo, que no permitiremos desaparezcan como sucedió en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fomentando el desempleo y el juego clandestino», explicaron.
Por ello advirtieron que «la ausencia de un lugar regulado por donde canalizar apuestas hace que el jugador caiga en manos de los tomadores de juego ilegal, generando una baja en las recaudaciones que todo el sector intenta evitar».
Además le recordaron a Vidal que la Ley provincial del Turf fue sancionada teniendo en cuenta el avance de bingos y slots en la provincia de Buenos Aires. En aquel momento se buscó reparar el perjuicio causado por sus efectos, principalmente al ser responsables de la migración de apuestas de uno a otro sector. El espíritu de la ley, también, apuntó a mantener y fomentar a una Industria que se basa en mano de obra intensiva y especializada, con 350.000 puestos de trabajo y no de máquinas.
Los conducidos por Quiroga, reclaman «la redistribución del Fondo volviendo a sus orígenes, dejando sin efecto las resoluciones posteriores para hacer una hípica sustentable y con proyección a futuro».
«Como representantes de los trabajadores no permitiremos más recesión en el sector, que nos ha hecho perder lugares de trabajo en estos últimos años. Y mucho menos por falta de decisión de un funcionario de turno», advirtieron.
«Apelamos al Gobierno para la custodia de nuestros puestos y fuentes laborales. En la actualidad dependemos de un subsidio que proviene de una de una Ley provincial, cuyos fondos para aplicarla se alcanzan en una Ley de Bingos. Cómodamente los hipódromos podrían tener sus tragamonedas, obtener recursos propios y los 800 millones de pesos que mensualmente reciben San Isidro y La Plata como subvención podrían destinarse a los fines sociales, tan necesitados en la provincia de Buenos Aires», concluyeron.