De esta manera, en los diez primeros meses de 2017, la inflación superó en 7,2 puntos porcentuales la meta establecida por el Banco Central para todo el año, un hecho que preocupa a las organizaciones sindicales.
Los datos se desprenden del informe mensual por el IET con el apoyo técnico de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y su centro de doble dependencia con el CONICET y CITRA que agrupa a un colectivo de más de 50 organizaciones sindicales de la CTA y la CGT.
Por su parte, el informe indica que para los jubilados la inflación acumulada en el año hasta octubre alcanzó al 26,6%. Un desglose del informe indica que la suba de octubre estuvo traccionada por el rubro «otros bienes y servicios», con un alza del 2,3% en artículos de cuidado personal y cigarrillos y por «alimentos y bebidas» con un 1,8%, en verduras y frutas. Entre los alimentos, las bebidas con alcohol se encarecieron un 31,7% anual en octubre; seguidas por lácteos 27,9%; dulces, 27,7%; frutas, 27,5%; bebidas sin alcohol, con un 24,9%.
En la presentación, el rector de la UMET, Nicolás Trotta, precisó que la inflación interanual «sigue siendo más intensa en los deciles de bajos ingresos relativos, que destinan un porcentaje mayor de los mismos a servicios públicos y alimentos». El especialista indicó también que «mientras que el costo de vida aumentó 22,7% para los trabajadores que mejores salarios tienen en la actividad económica, para los de la base de la pirámide -los que menos ganan- el encarecimiento resultó del 27%».
La nueva suba de precios registrada en octubre determinó que el salario real formal fuera en 3,8% menor al de noviembre de 2015, antes de la aceleración inflacionaria promovida por la política económica de la alianza. El promedio de la caída mensual desde noviembre de 2015 está en 5,9%. En 2016 el salario real formal había caído 5,3% en la comparación interanual. En lo que va de 2017, el salario creció 2,4% pero aún no alcanzó a recuperar todo lo perdido el año anterior.