El triunvirato que conduce la central obrera, integrado por Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña hizo sus críticas al proyecto gubernamental de reforma laboral en una conferencia de prensa posterior al encuentro del consejo directivo de la central obrera, que sesionó durante tres horas en la sede de Azopardo al 800.
Schmid y Daer cuestionaron y rechazaron «los aspectos sustanciales» de la reforma laboral propuesta por el Ejecutivo e hicieron hincapié en la Ley de Contrato de Trabajo y la filosofía del empleo.
Además, los triunviros fueron taxativos al señalar: «Los pretendidos cambios a la fórmula de la ley de Movilidad Jubilatoria por inflación futura generarían un ahorro que el gobierno procurará utilizar para compensar el Fondo del Conurbano».
«El congelamiento consiguiente de las jubilaciones repararía el agujero existente en ese área. La CGT cuestiona las medidas económicas del gobierno, por lo que en su momento realizó tres movilizaciones y un paro general nacional. El Ejecutivo lanzó tres vectores, es decir, las reformas tributaria, laboral y previsional, pero están entrelazadas», explicó Schmid.
El también jefe de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), señaló ante la prensa que «no hay por ahora acuerdo alguno con el gobierno por la reforma laboral».
Detalló que al impugnar cambios en la LCT la central obrera rechazó «el corazón del espíritu de la norma» y defendió el modelo sindical vigente en el país al expresar que «sin gremios la sociedad podría comprobar las salvajadas que cometería el empresariado».
Daer, quien fue acompañado por Schmid y Carlos Acuña, reseñó que hasta el discurso del presidente Mauricio Macri en el Centro Cultural Kirchner (CCC), la CGT conversaba con el gobierno sobre los aspectos de «la propuesta de blanqueo laboral de los trabajadores informales, la formación profesional de los activos y del personal que se incorpora al empleo y respecto de la creación de la Agencia Tecnológica Médica para regular de forma necesaria las nuevas tecnologías» en el sector de la salud.
«Los abogados de la central descubrieron después que el Ejecutivo incluyó en su proyecto una reformulación a la Ley de Contrato de Trabajo. No será aceptado, como tampoco la iniciativa original oficial, porque entre otras cosas la filosofía del derecho laboral argentino es universalmente considerada como derecho tutelar que nivela las asimetrías», afirmó.
El dirigente del gremio de la sanidad también subrayó que «no hubo avances en las negociaciones»; confirmó que la CGT ya entregó al gobierno sus observaciones respecto de aquellos tres temas con los que se inició el diálogo y explicó que el Ejecutivo pretendía en pocos días «consensuar» un proyecto para enviarlo al Congreso, pero «no hay tiempo».
Daer especificó que sindicalistas y funcionarios habían acordado «un método de discusión» y que la central obrera aguarda una respuesta del gobierno respecto de sus «observaciones», a la vez que indicó que también comenzó el diálogo con los bloques parlamentarios porque, para alcanzar consensos, «el proyecto debe ser modificado».
El dirigente sindical fue más allá y sostuvo que «la CGT no aceptará cambios respecto de la filosofía del trabajo, la política de ‘deslaborización’, el banco de horas por un año, que impedirá el pago de las extras, el cálculo de las indemnizaciones y las pasantías», y advirtió que de no haber un acuerdo con el macrismo y tampoco en el Parlamento la central obrera evaluará entonces «las posibles medidas sindicales» a adoptar.
Al referirse a la situación del justicialismo en el Congreso, Daer sostuvo que «se requiere la unidad del peronismo no solo para evitar que se apruebe el proyecto original de reforma laboral sino como alternativa de poder que, a su vez, genere un anclaje directo en la relación con los trabajadores argentinos», puntualizó el dirigente.
Por último, Schmid reconoció que durante el gobierno anterior hubo «importantes avances sociales», aunque sostuvo que «lo trascendental era saber cómo era posible sostenerlos»; expresó que «el trazado económico del país no resolvió la problemática de la matriz productiva» y enfatizó que sobre esos aspectos «no es posible cargar la ideología».
Facundo Moyano, secretario de Cultura de la CGT, se retiró de la reunión de consejo directivo antes de su finalización y, en plena calle, señaló a la prensa que la central «no negociará ni aprobará la reforma laboral original», y afirmó que habrá que medir el «peronismo real» de los legisladores para saber si finalmente la convalidan o no.
«Sí, así será. Porque ser peronista no puede ser una cosa abstracta», concluyó.