En declaraciones al diario español «El País», el jefe sindical reseñó que de forma previa a las elecciones la CGT y el Ejecutivo dialogaron sobre la posibilidad de alcanzar acuerdos y determinaron una agenda de reformas, pero ahora «el gobierno anunció algo nuevo y más profundo, por lo que en algunos aspectos se parece a lo de Brasil».
Schmid explicó de manera enfática que «el tema muy fuerte en el país son las obras sociales, a diferencia de lo que ocurre en otros lugares, porque los gremios no solo defienden el salario y el convenio colectivo sino que capacitan, ofrecen salud y hasta la cobertura de gastos por sepelio. Tocar eso implicaría una guerra sin cuartel», aseguró.
«El presidente Mauricio Macri no tiene mayoría parlamentaria. Un conflicto social tendría fuerte repercusión legislativa. No ocurrirá lo de Brasil, porque los sindicatos resistirán. En Argentina ese paquete laboral no puede aprobarse sin conflicto. Los gremios tienen importante capacidad de respuesta, aunque estén atravesados por la interna peronista, que también juega. Pero no es igual a la división del ’90», puntualizó.
Para el jefe de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), lo electoral «no implica avanzar en todos los terrenos» y, aunque hay «un rechazo muy fuerte al kirchnerismo, también se percibe que no hubo éxitos económicos o sociales».
Para Schmid, líder del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento (Dragybal), es «una vergüenza» lo que ocurrió con los exdirigentes Juan Pablo Medina u Omar Suárez, pero parafraseó al Mahatma Gandhi y señaló que «por unas gotas sucias no se mancha todo el océano», porque hay «miles de secretarios generales, comisiones internas, delegados y gremios y, cuatro o cinco, no representan el universo gremial».
El dirigente sindical defendió al camionero y exlíder de la CGT Hugo Moyano y sostuvo que sobre su figura existe «mucha fantasía y mito, hasta inventarle cuentas irreales en Suiza» y, al referirse a la situación del justicialismo, Schmid fue taxativo al aseverar que Macri «no lo desarmará, porque el peronismo vivió momentos mucho más duros».
«Es verdad que fue en el contexto de la Guerra Fría, pero Perón estuvo exiliado 18 años y regresó. Es una cuestión muy profunda y cultural en la Argentina. Pero es preciso hacer los deberes para seducir otra vez al electorado, en especial a los jóvenes. En cuanto a la situación de la expresidente Cristina Fernández de Kirchner, ella decidió armar otro partido. Yo soy peronista. Ella está afuera del peronismo», concluyó el dirigente sindical.