El titular de la Unión Obrera Metalúrgica, Antonio Caló, definió de forma positiva el acuerdo firmado por el gremio que conduce con los gobiernos nacional de Mauricio Macri y provincial de Rosana Bertone, y las empresas de producción electrónica instaladas en Tierra del Fuego, que contempla que los trabajadores de esa industria se queden sin paritarias hasta 2020 a cambio de que no los echen.
“Fue un acuerdo bueno”, dijo Caló de forma insólita, y agregó otra controversial justificación al asegurar que lo decidieron porque «los compañeros entendieron que para mantener los puestos de trabajo tienen que poner algo y que con el sueldo que tienen pueden tirar un año o dos”.
Por su parte, Oscar Martínez, titular de la UOM de Río Grande, en diálogo con el programa radial Mañana Sylvestre, calificó al acuerdo como un «dunga-dunga» de las empresas y el Gobierno al los trabajadores: «No nos dejaron alternativas ante las amenazas de despidos. Es como el chiste del prisionero que le dicen que lo van a matar si no acepta el dunga-dunga y bueno, tuvimos que aceptar el dunga-dunga”.
Caló, sólo atinó a sostener: “Si no acordábamos con los empresarios para llevar esta propuesta, el Gobierno bajaba la alícuota al cero”. Y agregó que él tiene que «cuidar estos puestos de trabajo, que es el sueldo que más gana en Tierra del Fuego”.
“Si el Gobierno aplicaba la alícuota que iba a aplicar ya no se podía fabricar más nada en Tierra del Fuego”, insistió y remarcó que está “muy tranquilo de consciencia”.
Para Caló, lo que aplicaron es «el sentido común» ya que «mientras haya trabajo después» se puede «discutir salario». Añadió: «Si cierran las fábricas no se discute más salario de por vida y si pasa algo grave con la inflación nos vamos a sentar antes, no tengan duda».
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“Esto es como la perinola: para que el país avance todos tenemos que poner algo”, sostuvo el dirigente sindical sobre un convenio que significa que los trabajadores del rubro en Tierra del Fuego no podrán recomponer sus salarios contra la inflación por dos años.