En declaraciones a Télam, Antonio Caló sostuvo que «no me puedo poner a la altura de Sobrero, porque soy dirigente nacional de la UOM, y no delegado de un sector ferroviario. El día que sea dirigente nacional de ferroviarios será un par mío, entretanto es un delegado más».
Al respecto añadió que «estoy acostumbrado a las críticas, y les doy la importancia que merecen, más cuando provienen de sectores gremiales de la ultra izquierda. No me preocupan las críticas, me preocupan los trabajadores».
Acerca del acuerdo firmado con el sector empresario de Tierra del Fuego, Caló aclaró que rige para los metalúrgicos de la zona, y aclaró que «ningún empresario de la actividad se entusiasme con ello porque cuando llegue el momento de discutir paritarias en todo el país vamos a reclamar lo que nos corresponde».
El gremialista calificó de «muy grave el problema de Tierra del Fuego», porque al sacar el gobierno los impuestos a la importación de productos extranjeros en poco tiempo, nos quedamos sin puestos de trabajo».
En ese sentido, explicó que «la UOM tiene allá 11.000 trabajadores y si ellos pierden sus fuentes laborales, media provincia se tiene que ir, porque dependen económicamente de los salarios de los metalúrgicos».
«Ante el pedido del gobierno nacional -añadió Caló- de una propuesta empresaria para bajar los productos que allí se fabrican, ellos vinieron a hablar con la UOM y plantearon bajar los salarios a lo que les respondimos que no, que teníamos que mirar de aquí para adelante, no para atrás».
Allí «surgió la propuesta de no discutir salarios por dos años y nosotros respondimos que lo íbamos a consultar con la gente. Se hicieron dos asambleas en Ushuaia y en Río Grande, y los titulares de las seccionales vinieron a Buenos Aires y nos manifestaron que la gente estaba de acuerdo con la propuesta de congelar los salarios y estoy de acuerdo».
«Felicito a los compañeros porque antes de quedarse sin trabajo en Tierra del Fuego, y esto se los digo a los agoreros que no conocen el territorio, ya que aquellos que están en el continente no saben que aquellos que se quedan sin empleo en la isla, es un paria».
Asimismo explicó que «la UOM quiere demostrar la responsabilidad que tiene para que los trabajadores sigan teniendo el empleo, porque el tema salarial después se discute ahora, pero si cierran la fábrica no se discute nada más».
Caló manifestó además que «en el acuerdo nos garantizaron que durante dos años nadie será despedido y todo el mundo va a mantener su puesto de trabajo».