(por pablo cano) Según el gran diario argentino, que a su vez cita textuales, el Papa Francisco se ausentó de la jornada de clausura del encuentro de sindicalistas de todo el mundo enviando una epístola para los allí presentes que leyó Peter Turkson, prefecto del dicasterio para el Desarrollo Humano Integral y organizador del encuentro, donde el pontífice argentino pidió a los líderes sindicales de todo el mundo que “no se dejen corromper”. También criticó “la lacra” de “los que se dicen sindicalistas y se ponen de acuerdo con los empresarios para dejar a miles de compañeros sin trabajo”.
Habría que ver la cara de Daer y Schmid mientras escuchaban este texto, sin embargo, lo cierto es que en el corto plazo pareciera empantanarse la reforma laboral (cuyo proyecto también incluye el blanqueo, cuestiones vinculadas con las Obras Sociales y con la formación profesional) a la par que avanza raudamente el proyecto de reforma previsional que incluye el cambio de fórmula que merma el ingreso de los jubilados, pensionados y beneficiarios de la AUH en una transferencia de recursos en contra de estos y a favor de la siempre angelical gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. (a mayor abundamiento véase en el documento adjunto la firma de todos los senadores de la comisión de presupuesto y verá estampada toda y cada una de aquellos que son representantes de las provincias gobernadas por el peronismo, incluso el Senador Pampeano -Lovera- que firma en disidencia).
Aquí lo anticipamos en columnas anteriores, era tan feroz la propuesta de reforma laboral que sólo se entendía si la misma era una bomba de humo y/o objeto de cambio sobre lo que realmente importaba, la captura de recursos de la ANSES para reacomodar el financiamiento de Vidal sin tocar la billetera de los gobernadores. Por ahora, nadie está poniendo enfáticamente la vista sobre esto mientras se yergue el episodio «reforma laboral» como una batalla épica. Una tibia desmentida, otra mas, del Triunvirato respecto del acompañamiento al vaciamiento del bolsillo de los jubilados y alguna mención marginal en los documentos y expresiones del ala mas refractaria a la reforma laboral que encabeza Pablo Moyano y la Corriente Federal de los Trabajadores hace que el tema logre -aún- flotar por debajo de la línea del humor público que, vale decirlo, no está siendo tan condescendiente cómo quizás suponían en CAMBIEMOS a partir del resultado del 22 O.
Respecto Moyano, y tal como el columnista oficialista Joaquín Morales Solá ha escrito en estos días en las páginas de «La Nación», es llamativo el silencio de Moyano Padre respecto de conductas ambivalentes y/o contradictorias de los actores que lo expresan en la cotidianeidad del movimiento obrero, Pablo y Schmid. Solá explica esto con una razón urgente y otra importante: OCA y la justicia federal. Por ahora, nada afirma o desmiente tal interpretación del sinuoso andar de Hugo Moyano desde que Macri se ha encaramado en la cima del poder político. Mas allá de todo, queda demostrado que sólo «El Negro» está caminando estos tiempos amarillos con la sensibilidad de un cuadro de fuste para no quedar ni afuera ni adentro y sin embargo seguir en el medio de todo…habrá que ver en los próximos días si la «Corea del Centro» es un oxímoron posible.
Por lo pronto, si hay inteligencia táctica, pareciera que el recule de Picheto, la ausencia del Triunvirato y el conato de movilización (que parece tener fecha para la próxima semana) podría darle al Macrismo un golpe impensado para un gobierno que viene de revalidar credenciales hace 1 mes y que ha cerrado con todos los gobernadores (menos la República separatista de San Luis) un acuerdo fiscal -de plata contante y sonante- que la realidad argentina no conocía desde hace mas de 20 años. Probablemente la reversa sea un cambio posible y, quizás, aunque consigan los fondos del ajuste jubilatorio, estemos a la víspera de ver aquello que es inexorable en la construcción de poder…pueden sobrar los recursos, pueden tener todos los medios, no se puede sin la política.