Ayer comenzó la cumbre interministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), evento que se realiza cada dos años y que, por primera vez, tiene como sede a Argentina. La expectativa del Gobierno es grande ya que lo toma como uno de los grandes logros de Cambiemos en pos de la «inserción de Argentina en el mundo».
Sin embargo, como sucede cada dos años en las ciudades sede, la cumbre interministerial se llevará a cabo en medio de protestas de organizaciones, que planean una «semana de acción global» contra los tratados de libre comercio.
Aglutinados en el movimiento «Confluencia Fuera OMC» organizaciones sindicales como la CTA Autónoma, ATE, la Confederación Latinoamericana de Trabajadores del Estado (CLATE), organizaciones de derechos humanos, académicos, estudiantiles, de pueblos originarios, y de mujeres, se organizaron para llevar adelante una «anti-cumbre», que tendrá movilizaciones pero también foros en los que participarán invitados de todo el mundo.
La agenda alternativa a la cumbre comenzó el jueves 7 de diciembre (tres días antes del comienzo del encuentro interministerial) con la Marcha de la Resistencia de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora en Plaza de Mayo.
Hasta el 13 de diciembre (lo que durará la cumbre oficial en el Centro Cultural Kirchner CCK), la sede principal de la anti-cumbre será, además de las calles, la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, donde académicos argentinos, e internacionales, y las organizaciones que integran Confluencia Fuera OMC, encabezarán diversos foros en los que elaborarán propuestas alternativas bajo la premisa «Argentina mejor sin TLC», consignó Ámbito Financiero.
Está previsto que la movilización central de la anti-cumbre se realice el martes 12 de diciembre a las 18, aunque el recorrido aún no fue definido por la organización. Un día después, se leerán en una asamblea general los documentos que reflejen el trabajo de los distintos foros, y se presenten las propuestas alternativas.
«La iniciativa surgió el año pasado, como un espacio para discutir acerca de los tratados de libre comercio», explicó a Ámbito Leandro Morgenfeld profesor de la UBA, investigador del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET), y uno de los organizadores de la anti-cumbre.
Para Confluencia Fuera OMC, la idea de que Argentina estaba aislada del mundo es falaz: «Hay distintas maneras de relacionarse con el mundo. Uno puede relacionarse con los países centrales articulando con sus pares de América Latina y el Caribe, como ocurrió muchas veces».
Morgenfeld expone como ejemplo la cumbre interministerial de Cancún en 2003, en la cual los países agroexportadores le dijeron por primera vez a los centrales (EEUU, Europa y Japón) que no discutirían la liberalización del comercio de manufacturas y servicios, con una movilización de más de 50 mil personas.
Sin lugar a duda, el antecedente de la cumbre de Seattle, en 1999, constituye uno de los ejemplos más acabados acerca de cómo una protesta callejera logró frenar el avance de los TLC. Allí, cerca de 40 mil personas se opusieron a la llamada Ronda del Milenio, cuando un movimiento civil sin precedentes sorprendió a los delegados de todas las naciones.
Sin lugar a dudas, las movilizaciones anunciadas por los organismos sociales tendrán en vilo al Gobierno de Mauricio Macri durante las próximas semanas, consciente de que los ojos del mundo estarán puestos en Argentina y que, la organización de la cumbre interministerial de la OMC, servirá de antecedente directo al G-20.