El cierre de otro taller de costura en la ciudad de Pergamino que deja a 12 operarios en la calle, no es más que otra muestra de la crisis que atraviesa el sector textil como consecuencia de la apertura indiscriminada de las importaciones y la notaria caída del mercado interno.
En tal sentido, desde el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria del Vestido (SUTIV), que nuclea a operarios de la costura, mostraron su preocupación en una entrevista que concedieron al diario local, La Opinión, dado que “estas situaciones se vienen registrando a menudo”.
Son tiempos “angustiantes” la que está atravesando la industria del vestido en esta región de la provincia de Buenos Aires, y desde el gremio que nuclea a los obreros del sector sigue encendida la alarma porque “son muchas las personas que perdieron su fuente laboral”, señalaron.
“Estamos atravesando uno de los períodos más complejos de los últimos tiempos porque a la falta de producción en nuestras fábricas se les suma el inevitable despido de los compañeros”, aseguró al medio local, Martín Benavídez, secretario general de SUTIV.
Respecto de este nuevo cierre, el dirigente explicó que, “se trata de un taller que se encontraba funcionando en la zona este de Pergamino con una amplia trayectoria en el rubro”, precisando que “en este caso fueron 12 los trabajadores que fueron cesados en su labor por lo que tenemos que articular todas las medidas para que puedan cobrar lo que les corresponde”.
Benavídez sostuvo que los cierres de las fábricas “pueden suceder en cualquier momento porque la situación es compleja, en esta oportunidad fue un taller que empleaba a más de una decena de compañeros pero en la ciudad y la región todos se encuentran en un momento difícil, un presente angustiante para la confección”.
El dirigente gremial admitió que “desde principios de este año notábamos que la situación laboral tenía un marcado descenso porque tenemos una serie de políticas que no acompañan la producción nacional; muchos empresarios de este sector se comprometieron a cumplir con sus empleados pero quedaron expuestos, sin condiciones de pago y debieron cerrar las puertas del taller. No obstante hay sectores donde se mantienen las máquinas funcionando, pero con reducción en los horarios o bien trabajando de manera discontinua”.