Con un documento titulado «La crisis en la seguridad privada», el Secretario Gral. del Sindicato de Custodios -Christian López-se refirió a la actualidad del sector a modo de balance de un año mas que complejo para el país y los trabajadores.
«En estos últimos días del año, nos vemos siempre tentados a realizar un balance. Un año de por sí difícil para todos los trabajadores. Los clientes que contratan seguridad privada, en estas circunstancias adquirieron mayor relevancia y me refiero a los llamados formadores de precios, como el Estado y los centros comerciales, impusieron cotizaciones a precio vil aprovechando la voracidad empresaria siempre dispuesta a captar más servicios, aún a costa de un baja calidad del mismo y de precarizar más las condiciones laborales de los compañeros, que son en definitiva quienes terminan pagando con sus bolsillos esta situación anómala. También contaron con la ventaja de no tener en frente una Cámara Empresaria (CAESI) que defienda a sus asociados y que regule el mercado. Se han transformado en una cúpula facilitadora de negocios para unos pocos.
El otro elemento a destacar es el avance de las cooperativas, muchas de propiedad de los propios integrantes de la Cámara. No solo es una estafa laboral para los trabajadores, sino que se transforman en una competencia desleal, ya que bajo esa “noble” figura se esconden grandes empresas que evaden tributos al fisco y por ende pueden pasar precios más bajos.
También se dio una preocupante proliferación de empresas no habilitadas, sin solvencia que aprovechan la falta de control estatal para desarrollarse y ganar mercados. Desde ya que cuentan con la venia de CAESI para pasar desapercibidas. Todo esto produce un combo que barre con todo vestigio de profesionalización de la actividad.
Esto se engancha a otra situación. La falta de capacitación si es que la hay y la falta de actualización en los materiales de estudio, en donde rara vez se ve las nuevas formas de delitos y su correcta prevención.
Nosotros advertimos sobre esta situación en cada oportunidad que tenemos, pero rara vez nos dispensan la atención necesaria. Estamos empecinados en jerarquizar la profesión, en darle el valor que merece un bien tan sensible como es la seguridad ciudadana. Esperamos y deseamos que el 2018 vaya por ese camino, y nos junte a todos los actores involucrados.»