El interventor de Fabricaciones Militares, Luis Riva, ratificó en la jornada de ayer que la decisión de cerrar la planta de Azul es inamovible y que se hace «por el bien integral» de la empresa del Estado.
En la previa del encuentro entre la Jefatura de Gabinete de la Nación e integrantes del comité de crisis encabezado por el intendente Hernán Bertelys, Riva echó por tierra cualquier posibilidad de que la planta de Fanazul, en la que trabajaban 258 operarios, sea reabierta.
Aunque Riva dijo que existe un compromiso del organismo para «aportar en la generación de trabajo genuino a través de proyectos públicos o privados poniendo algunos de sus activos en la zona a disposición», sentenció el futuro de la planta.
El interventor de Fabricaciones Militares envió una carta al Concejo Deliberante, en respuesta a una solicitud de ese cuerpo de rever la decisión de cierre. Allí sostuvo que ordenó el cierre de Fanazul «por el bien integral de Fabricaciones Militares».