Un comunicado de Tabacal Agroindustria, el segundo mayor ingenio azucarero del país, señaló que desde el 26 de enero «se ve obligada a implementar una reorganización integral de sus operaciones» que “implicará la desvinculación de menos del 10% de su nómina”.
La compañía, propiedad de la estadounidense Seaboard Corporation, afirmó que con esas medidas pretende “sostener la operación de su complejo agro-industrial, la fuente de trabajo privada más importante de la provincia de Salta”.
Esta novedad surge una semana después de conocido el procedimiento preventivo de crisis presentado por el otro ingenio salteño, el San Isidro, que ocupaba hasta ahora unos 730 trabajadores y anunció el próximo cese de sus actividades.
En su comunicado, Tabacal Agroindustria reafirmó “el compromiso de su accionista con la operación en el país, en un contexto que requiere de estas medidas no deseadas para mantener la viabilidad de la empresa, con el complejo funcionando y con más de 1.700 puestos de trabajo directo, y varios miles más en toda la cadena de valor”.
“La reestructuración alcanza proporcionalmente a todos los niveles, incluyendo directores, gerentes, otros empleados fuera de convenio y trabajadores dentro de convenio”, aseveró.
“El objetivo es comenzar la zafra 2018 con este esquema de dotación y sin modificar las condiciones tanto para cañeros como para otros sectores de la cadena de valor, entre ellos transportistas u otros contratistas, que emplean a miles de trabajadores en la región”, indicó.
El texto divulgado por la empresa enmarcó las medidas anunciadas en hechos como las recientes «reformas previsional y fiscal llevadas a cabo por el gobierno nacional y por el gobierno de Salta”.
Sostuvo que “estas reformas, sumadas al aumento del precio del gas, la fuerte baja en el precio del bioetanol», aumentos en Ingresos Brutos y «posibles cambios en las sumas no remunerativas”, implican para El Tabacal “un aumento de costos anuales o pérdidas adicionales del orden de los 23 millones de dólares, sólo para 2018”.
También aludió a otras pérdidas que atribuyó a «conflictos sindicales» de los últimos años, párrafo que viene siendo una constante en los últimos ajustes.
Desde el gremio ayer convocaron a una asamblea para decidir los pasos a seguir y dar una respuesta ante lo que sería unos 170 despidos.