El moyanismo y el barrionuevismo aceleran su confrontación con Mauricio Macri y convocaron para esta tarde a reunión del Consejo Directivo de la CGT, en busca de tratar la movilización planteada para el 22 de febrero en contra del Gobierno Nacional y empezar a darle forma.
El llamado fue realizado a través de un comunicado enviado a todos los gremios que forman parte de la conducción nacional de la central obrera, pero firmado por sólo dos de los tres secretarios generales: Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid, blanqueando la grieta que hoy separa a los Gordos del resto de las corrientes internas cegetistas.
En el orden del día, se convoca para hoy a partir de las 14 en la sede de Azopardo 802, a una reunión del Consejo Directivo de la central obrera para encarar un «análisis de la situación social y económica», y poner «en consideración el documento elaborado en Mar del Plata», en referencia al surgido del encuentro del pasado 18 de enero, con el gastronómico Luis Barrionuevo como anfitrión.
En este sentido, fuentes de los sectores conocidos como los «gordos» e «independientes» se negaron a confirmar si los dirigentes que integran esos nucleamientos participarán del cónclave, aunque la ausencia de la firma de Héctor Daer en el comunicado parece premonitoria. Es que todavía mantienen fluidos puentes con Cambiemos que parecen no estar dispuestos a dinamitar y mucho menos para respaldar a Hugo Moyano, un viejo enemigo.
En aquel documento, titulado «Quien quiere oír que oiga» y presentado como «Declaración de Mar del Plata», los dirigentes firmantes habían disparado duras críticas contra el gobierno y rechazo contundente a la reforma laboral impulsada por el oficialismo, que comenzará a analizar el Senado en el inicio de las sesiones ordinarias, en marzo próximo.
Además, en ese documento, exigieron la derogación de la Ley de Reforma Previsional; rechazaron el megadecreto de «desburocratización» del Estado; reclamaron negociaciones colectivas libres y sin topes; repudiaron la eliminación de la paritaria docente a nivel nacional; y aseguraron que respaldarán a los gremios que «se declaren en conflicto».
La declaración fue fruto de una reunión privada y un asado que compartieron dirigentes sindicales en un hotel del gremio de los gastronómicos en Mar del Plata, del que participaron, además de Barrionuevo, los líderes cegetistas Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, y los dirigentes de camioneros Hugo Moyano, de bancarios Sergio Palazzo y de judiciales Julio Piumato.
Aquel cónclave marplatense también se había caracterizado por la ausencia de los Gordos y los Independientes. Es que la grieta en la central obrera parece ser cada vez más amplia y la endeble unidad conseguida en este año y medio se encuentra en su momento de mayor fragilidad.