El secretario general de la Federación de Trabajadores del Tabaco, Juan Martini, mostró su preocupación por la coyuntura argentina, destacando que en estos momentos “se está persiguiendo a algunos dirigentes gremiales y en virtud de ello ponen a todos en la misma bolsa”. Por otro lado, solo en el segundo semestre del 2017, “la industria tabacalera perdió 800 puestos de trabajo”, indicó el dirigente.
Juan Martini, en una entrevista realizada por la web de la Regional Latinoamericana de la UITA, se refirió a los últimos acontecimientos judiciales que se dieron en el mundo sindical a partir de investigaciones y detenciones, incluidas las denuncias al ex líder de la CGT, Hugo Moyano.
Por otro lado, marcó que la inflación es un factor que preocupa a la industria pero no solo el avance de los precios, sino que la incorporación de tecnología ha provocado cantidad de perdidas en los puestos de trabajo. “La incorporación de nueva tecnología está destruyendo puestos de trabajo. Solo en el segundo semestre de 2017, 800 trabajadores tabacaleros perdieron su empleo. La zona ubicada al norte y noroeste del país es la más castigada por los despidos, principalmente en el sector del acopio. Esa gente se quedó sin nada y este es un problema que nos tiene que preocupar a todos los argentinos y no solamente a nuestro gremio”, explicó Martini.
En relación a la reforma laboral que en breve comenzará a debatirse en el Parlamento nacional, o al menos se estipula que los diputados lo hagan, el dirigente admitió que “el diálogo no anda muy bien con el Gobierno”. “Insiste en querer reformar la ley laboral pero no se puede pretender cambiar un sistema que está instaurado desde hace décadas”, evaluó. “El gobierno se olvida que para que haya consenso primero tiene que haber diálogo”, agregó.
La reforma previsional tampoco fue un eje que Martini dejara pasar: ¿Cómo hace un jubilado que gana entre 7 mil y 8.000 pesos (entre 350 y 400 dólares aproximadamente) para solventar los gastos si no tiene una familia que lo ayude? Y en vez de aumentarles los ingresos, resulta que se los rebajan”.
“Ya es hora de que el movimiento obrero se una para defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras, jubilados y activos porque si no nos defendemos nosotros, no nos defenderá nadie y dependiendo de cómo enfrentemos esto, será cómo nos juzgará la historia”, cerró.