ATE denuncia que el fallecimiento de Juan Carlos Cabrera se enmarca en el hostigamiento a trabajadores que imponen las políticas del Gobierno de Mauricio Macri. «Desde su asunción emprendió una política de achique del Estado ejecutada a partir de despidos masivos pero también con medidas de reestructuración y cambio de funciones que afecta la vida laboral, produce un estado de conmoción permanente dentro de los ámbitos laborales y vulnera los derechos elementales de los trabajadores», explicaron.
El lunes 5 de febrero, Cabrera, un trabajador del SENASA de 65 años, recibió un correo electrónico en el cual se le notificaba que iba a ser trasladado del área en el que se desempeñaba desde hacía años y en la que se había especializado. Pasaría de ‘Contenciosos’ a ‘Dictámenes’.
Luego de la informal notificación, Juan Carlos -junto a otros compañeros afectados- se reunió con su superior, a quien manifestó su disconformidad y explicó que prefería jubilarse. Minutos después, se descompensó. A pesar de recibir atención de médicos de SENASA y SAME, perdió la vida a causa de un paro cardio-respiratorio.
Desde la sede bonaerense del SENASA, sus compañeros y compañeras de trabajo emitieron un comunicado de solidaridad en el que denunciaron que este hecho se enmarcó en “las hostilidades, maltrato y persecución” que viven a diario los trabajadores y trabajadoras del organismo.
“La nefasta e irresponsables decisiones políticas de quienes conducen SENASA pretende tratarnos a los trabajadores como objetos que se pueden cambiar de un lugar a otro, alterar nuestras vidas, sin respetar trayectorias, identidades y arraigos”, aseguraron.
Frente a los hechos, ATE Nacional manifestó que el Gobierno y las autoridades del SENASA son absolutos responsables del fallecimiento del compañero Cabrera.
«El Gobierno Nacional deshumaniza el conflicto que hoy atraviesa a la clase trabajadora, ejecuta medidas hablando de números y de ajuste de gastos, y estigmatiza a los trabajadores y trabajadoras estatales. Pero detrás de cada trabajador despedido, precarizado, vulnerado en sus derechos, hay familias, proyectos y vidas», concluyeron.