El triunviro de la CGT y secretario general del sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios, Carlos Acuña, volvió sobre sus pasos y decidió que el gremio que conduce de no movilizará en la marcha del próximo 21 de febrero a la que convocó el camionero Hugo Moyano.
«Nosotros no nos vamos a movilizar, pero apoyamos el reclamo porque es razonable», sostuvo Acuña, quien hace dos semanas había participado en Mar del Plata de la cumbre de los sectores «duros» de la CGT en la que se convocó a la marcha, e incluso días atrás había acusado su colega del triunvirato, Héctor Daer, de «defender a la patronal» por no adherir a la movilización.
En declaraciones a radio El Mundo, Acuña sostuvo que el reclamo de Moyano y todo el arco gremial que sostiene la marcha es «legítimo», pero se despegó de la movilización porque hay «sectores políticos que se cuelgan del reclamo de los trabajadores», en referencia al kirchnerismo.
«Tenemos sectores políticos que se cuelgan a un reclamo de los trabajadores, que no corresponde que se politice», se recalcó, y agregó: «Le damos argumento al mismo Gobierno para decir que los mandó Cristina (Kirchner) y no es así».
A su vez, Acuña explicó que si su gremio concurre a la marcha «no hay combustible en el país».
«Yo lo que quiero que quede claro es el concepto que tengo: no se puede no apoyar un reclamo legítimo y sostengo que cuando la mayoría del Consejo Directivo decide algo, a veces no me gusta pero tengo que acatarlo. No es posible que cuando a mi me gusta lo apoyo y cuando no es conveniente te dejo solo», adujo.
La deserción de Acuña mete más presión a una CGT que quedó al borde de la fractura cuando en la última reunión del Consejo Directivo los gremios moyanistas dieron su apoyo la medida de fuerza pero pegaron el faltazo los representantes de los «gordos» y los «independientes», que comandan los sindicatos de mayor cantidad de afiliados.
El jefe del gremio de los playeros anticipó que el sector de la CGT que tiene como referente a Luis Barrionuevo resolverá su posición el miércoles próximo, y vaticinó que varios sindicatos no movilizarán porque «no se sienten cómodos» con lo que definió como «la politización» de la protesta.
Días atrás, el secretario general de encargados de edificio, Víctor Santa María, vinculado al kirchnerismo, sorprendió al conocerse que su gremio tampoco acompañaría la marcha de Camioneros y aliados que se realizará sobre la Avenida 9 de Julio.
Pese a las múltiples deserciones, Moyano podrá hacer ante el Gobierno una demostración de fuerza, ya que a la conocida capacidad de movilización de su gremio de Camioneros, se sumarán los bancarios de Sergio Palazzo (que lidera la Corriente Federal de Trabajadores), las dos CTA, los movimientos sociales y agrupaciones políticas del kirchnerismo y de la izquierda.