Nuevas noticias judiciales sobre Hugo Antonio Moyano llegan desde los Tribunales Federales de Córdoba. Es que sobre el camionero, apuntado por el Gobierno como el enemigo N°1 por estas horas, ya habían pronosticado una andanada de acciones judiciales en su contra.
Según consignó Perfil, en esa causa Moyano fue imputado por el fiscal federal 2, Gustavo Vidal Lazcano, y el expediente fue girado al Juzgado Federal Nº2.
El hecho que se investiga es la compra de un inmueble de escaso valor por el que se habrían pagado varios millones de pesos. Es decir, una supuesta sobrefacturación en la operación inmobiliaria.
La denuncia encuadraría en una presunta defraudación. No trascendieron más detalles de la transacción. Frente a la eventual imputación, al juez federal 2, Alejandro Sánchez Freytes, tiene frente a sí diferentes opciones: desestimarla y archivarla; puede ocurrir que se declare incompetente porque considera que la transacción se hizo en una sede ajena al alcance de su jurisdicción, o puede convocar a Moyano para una indagatoria.
La de Córdoba sería la segunda imputación que debe afrontar. Si bien tiene un sinnúmero de sospechas por irregularidades en la obra social de Camioneros, lavado de dinero, evasión impositiva, entre otras, sólo la Unidad Fiscal de Investigaciones ante el Juzgado de Lomas de Zamora, a cargo del juez de Garantías Gabriel Vitale, lo imputó a fines de enero en la causa en que investiga a una asociación ilícita en el Club Atlético Independiente, encabezada por el barra Pablo “Bebote” Álvarez. En esa causa se indaga la presunta defraudación millonaria al club de Avellaneda y la última novedad fue la imputación al dirigente sindical y a su hijo, Pablo Moyano.
La paradoja es que la causa radicada en Córdoba comenzó a moverse en la misma semana en que el dirigente camionero lideró una masiva marcha en la ciudad de Buenos Aires, que muchos interpretan como la consolidación de su liderazgo opositor, y en la que se escucharon cánticos como: “Siga, siga, siga el baile, al compás del tamborín, si lo tocan Moyano les paramos el país”.
Mientras el gobierno se esmeró en interpretar que la multitudinaria concentración gremial, política y social fue una muestra de la necesidad que tiene de protegerse de las causas judiciales, Moyano remarcó que el orden con el cual se desarrolló muestra que “no somos desestabilizadores”. Y al día siguiente con elocuencia aseguró que “si el Presidente me llama, iría a reunirme con él”.