El Ministerio de Educación de la Nación comenzó la negociación paritaria con los seis gremios docentes universitarios. No hubo una oferta salarial, «se recogieron las demandas realizadas por los gremios» y convinieron formar una «mesa técnica para analizar el impacto de la cláusula de revisión 2017», dijeron desde Educación.
«En esta instancia se recogieron las demandas realizadas por Conadu, Conadu Histórica, Fedun, Ctera, UDA y Fagdut», explicaron fuentes ministeriales.
Además, las autoridades educativas se comprometieron «a realizar una mesa técnica para analizar el impacto de la cláusula de revisión 2017, una vez que se conozca el índice de febrero», detallaron a través de un comunicado oficial.
De la reunión con los seis gremios docentes participaron Danya Tavela, secretaria de Políticas Universitarias; Javier Mezzamico, jefe de Gabinete del ME; Miguel Garófalo, director nacional de Asuntos Gremiales; Pablo Domenichini, director nacional de Desarrollo Universitario y Voluntariado; y German Lovrencic, director nacional de Presupuesto e Información Universitaria.
«Hoy el foco central es la cuestión salarial y, en función de la situación que vivimos el año pasado y en vísperas de generar una discusión seria, nos parece importante la aplicación de mecanismos de actualización. La cláusula gatillo debe estar en la paritaria 2018», sostuvo Carlos De Feo, secretario General de Conadu.
Al término del encuentro la Conadu dio a conocer su postura a través de un comunicado en el que da cuenta que «exige la activación de la cláusula gatillo que el Gobierno se comprometió a establecer con su firma en la negociación de 2017».
Al mismo tiempo, de cara a la paritaria 2018, advierten que van a rechazar cualquier intento de «imponer un techo salarial del 15%, sin cláusula gatillo», aseveró De Feo.
Según pudo averiguar InfoGremiales, la petición de la Conadu estuvo en el orden del 25% más la cláusula gatillo.
En este marco, la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) convocó para el lunes 19 de marzo a una Comisión Técnica Salarial con el fin de efectivizar la activación de la cláusula gatillo en función del índice de inflación del Indec.
El año pasado el arreglo se firmó tras cinco meses de negociaciones paritarias y algunas huelgas en medio.