La audiencia entre Cargill y el gremio, realizada ayer en el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, fue la última en el marco de la conciliación obligatoria que rige hasta el jueves y las partes no lograron alcanzar un acuerdo.
«La última audiencia fue hoy en Santa Fe, la empresa sostuvo los despidos pero la conciliación vence el jueves a la noche y no queda otra salida que realizar un paro por tiempo indeterminado», dijo a Télam el secretario general del Sindicato de Aceiteros de Rosario, Adrián Dávalos.
«Nos preparamos para una resistencia larga porque la empresa no quiso negociar ni discutir nada y la única que nos queda es la huelga», enfatizó.
El conflicto surgió ante la decisión de Cargill de despedir a 44 empleados de las plantas de Punta Alvear y Villa Gobernador Gálvez e Ingeniero White. Sin embargo, siete de los operarios acordaron la desvinculación con la empresa y finalmente son 37 los despidos que se mantienen.
Según expuso Dávalos, «los despidos no obedecen a ninguna razón tecnológica ni económica» y son «simplemente un adoctrinamiento de los obreros» porque -dijo- «no es casual que vengan las paritarias ahora».
«Quieren apretar y flexibilizar el convenio, nosotros no lo vamos a permitir», dijo Dávalos.
Agregó que la «empresa que factura 100.000 pesos por minuto y es la más grande del mundo», pero que «se ve favorecida por este contexto político y toma coraje para realizar despidos arbitrarios».