El Gobierno oficializó el jueves pasado la postergación de la reunión del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que pasó del viernes a hoy, lunes. Será en la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación.
Las centrales obreras oficialistas anunciaron que buscarán que el Salario Mínimo, Vital y Móvil pase de $3.600 a $4.860.
Las reuniones técnicas comenzarán por la mañana y las partes se verán las caras desde las 17 horas en el encuentro que ratificará y hará el anuncio formal de la suba salarial.
Además, desde la CTA que conduce Hugo Yasky dejaron trascender que en la reunión de hoy se creará un Observatorio del Empleo. Para Yasky la creación del Observatorio «sería muy importante» porque «hay una situación real que enciende luces de alarma, que es la conflictividad en el sector metalmecánico, en algún sector de la siderurgia, en la construcción, relativa al cierre de fuentes de trabajo».
En este sentido, Yasky criticó la semana pasada el paro de Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli, al que consideró «funcional a los fondos buitre». «Es inoportuno y en alguna medida podría generar afuera la idea de que este es un gobierno que no cuenta con el aval de los trabajadores ni de la oposición, que está asediado, y esto le viene como anillo al dedo a los fondos buitre».
El dirigente gremial sostuvo por otro lado que la convocatoria al paro nacional no mencionaba el principal problema que existe que es «sostener el nivel de empleo y luchar contra los despidos».
Remarcó que «si hay desocupación van a caer los salarios de todos» por lo que subrayó que primero «hay que sostener el empleo» y como prioridad dos «luchar contra el trabajo no registrado y discutir luego una reforma tributaria para hacerla más progresiva».
Por su parte dirigente de la CGT Azopardo, Abel Frutos, aseguró que una suba del 35% «no representa la inflación» del último año, aunque aclaró que «será bienvenida» cualquier mejora al salario mínimo, vital y móvil.
El titular de la CTA opositora, Pablo Micheli, criticó al Consejo del Salario, al que describió como «una reunión en la que dirigentes del Gobierno, del sindicalismo y de las empresas se juntan a tomar café».
«Es un instrumento que recuperó Néstor Kirchner en 2003, pero en los últimos años se convirtió en una reunión en la que dirigentes del Gobierno, del sindicalismo y de las empresas se juntan a tomar café para que después llegue la Presidenta y anuncie un aumento que no llega ni por asomo a cubrir la canasta básica», agregó el líder de la CTA opositora.