El jefe de las 62 Organizaciones, el dirigente rural Ramón Ayala, aseguró que «se impone la unidad y renovación del movimiento obrero» al considerar como «rotundo fracaso» la gestión del triunvirato de la CGT, por lo que reivindicó la figura de un único conductor cegetista, y rechazó la posibilidad de integrar a la central obrera a movimientos piqueteros y sociales.
En un reportaje con Télam, el también titular de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) afirmó que la futura CGT debe ser dialoguista, en el contexto de «la mayor unidad posible y sin piqueteros ni movimientos sociales», más allá de considerar la situación del sector, que integran «trabajadores y desocupados».
«La situación de ese sector de la vida nacional genera preocupación, pero no es un gremio confederado y es preciso ser claro al respecto. No puede compartir la futura conducción de la central obrera en esa condición. Nunca ocurrió», afirmó el dirigente.
Para Ayala, la conducción cegetista llegó a «una supina instancia de debilidad y partición por «el advertido fracaso del triunvirato», y reseñó que uno de los primeros dirigentes opuestos a su conformación en el Congreso Normalizador de Obras Sanitarias -por lo que lo impugnó ante la cartera de Trabajo- fue el propio Gerónimo Venegas.
«Es un tema que aún no resolvió la cartera laboral. El triunvirato fue un fracaso total y quedó demostrado. Está desgastado, por lo que se impone el reordenamiento de la CGT. Es obvio que si ello ocurre, aquella impugnación caerá de inmediato», aseguró.
Ayala ratificó que el próximo martes los sindicatos de varios espacios -entre ellos ‘las 62’- compartirán un almuerzo en la sede del sindicato de petroleros privados del senador nacional Guillermo Pereyra para fijar posición respecto del futuro armado de la central.
«Ello debía haberse realizado el día 4, pero se postergó para el 17 a la espera de los resultados del consejo directivo de la CGT del jueves pasado. Es preciso convocar a un Comité Central Confederal (CCC)», puntualizó el sindicalista.
Ayala, quien reemplazó a Venegas al frente del histórico brazo político del sindicalismo peronista y de la Uatre, aseveró que ‘las 62’ trabaja para «la unidad, con un solo secretario general y con propuestas que contemplen al país y los trabajadores», aunque señaló que la futura central debe tener predisposición al diálogo, sin renunciar por ello a adoptar medidas de lucha u otras protestas cuando «sea del todo necesario».
«Esa CGT debe congregar a todos los sectores, inclusive a Hugo Moyano y Luis Barrionuevo. También a los gremios de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), porque están confederados. Las 62 quiere a todos adentro, integren o no el consejo directivo, y regresará a su seno si se superan ciertas realidades. Nunca se fue de la central obrera. Solo se opuso a la conformación del triunvirato», puntualizó Ayala.
El gremialista sostuvo que para el rearmado de esa CGT «no es necesario apurarse con los tiempos» y defendió «la necesidad de respetar los plazos legales y estatutarios para luego retomar el histórico rol protagónico que, lamentablemente, hoy se perdió».
«Ello significa elaborar propuestas claras y concretas. Todo el país, incluyendo el gobierno, observa con buenos ojos la necesidad de un realineamiento único de la CGT a partir de una propuesta programática y en unidad, porque no están dadas las condiciones para que algún espacio sindical procure conformar una central paralela», puntualizó.
Para Ayala, sería «lamentable» que el gremio camionero no participe en el futuro armado de la central obrera, y dijo «no compartir» esa decisión de Hugo y Pablo Moyano, a la vez que defendió «el pluralismo» en su interior porque para «la política están ‘las 62′».
«No hay que hacer política en la CGT. Para eso siempre estuvieron ‘las 62’. No deben confundirse los roles. ‘Las 62’ continuarán apoyando al gobierno del presidente Mauricio Macri, porque halló en Cambiemos un espacio que era imposible en el justicialismo. Además, las estadísticas y los números señalan que el Ejecutivo va por el camino correcto. El sector rural fue favorecido con las medidas oficiales», concluyó Ayala.