Luego de que Luis Barrionuevo tomara las riendas del PJ Nacional y emitiera su primer comunicado oficial en calidad de interventor, mientras se espera que el fallo de la Jueza Federal María Servini quede firme, surgieron un sinfín de trascendidos y especulaciones en relación a las posibles intervenciones que podrían, en un corto plazo, decretarse en diferentes distritos provinciales del Partido Justicialista.
Aunque desde los sectores que acompañan en «la normalización» al dirigente gastronómico, se muestren cautos y pacientes, en la sede (con nueva cerradura) de la calle Matheu, ya proyectan intervenir el PJ en algunos distritos provinciales identificados o conducidos por el kirchnerismo. Por eso como primera opción, los cañones apuntan al Partido Justicialista Distrito Santa Cruz, presidido hasta ahora por un histórico armador del kirchnerismo en Santa Cruz: Roque «Bicho» Ocampo. De hecho en la provincia gobernada por Alicia Kirchner, ya suena un nombre: José Blassiotto.
La intervención del PJ de Santa Cruz, sería un fuerte mensaje simbólico y ejemplificador hacia el resto de los distritos, y recaería principalmente sobre los gobernadores de cada provincia. Si bien la mayoría de los gobernadores peronistas que integran la liga, ostentan la conducción partidaria del PJ en sus comarcas, hay algunas excepciones como el caso de las provincias de Tucumán, Córdoba, Misiones y La Rioja donde justamente allí pondrá la lupa el interventor Barrionuevo.
En el caso del cordobés Juan Schiaretti, sería distinto al resto de los Gobernadores que no conducen sus PJ, debido a que el mandamás de «La Docta» ejerció la conducción partidaria hasta hace casi dos años atrás cuando solicitó licencia. Desde su entorno aseguran que pese a que hoy sea el jefe político del peronismo cordobés, probablemente retome la presidencia pejotista para ponerse a tono y prepararse para cualquier cosa que pueda suceder en 2019.
Sin mayores conflictos internos Hugo Passalacqua y Sergio Casas, llevan adelante sus gestiones gubernamentales sin ejercer las presidencias del PJ en sus distritos. Los Gobernadores de Misiones y La Rioja, además de tener diálogo con el Gobierno Nacional no representan jurísdicciones identificadas como kirchneristas en el mapa político.
Como contrapunto, está la situación del Partido Justicialista de Tucumán, presidido por la ex Senadora Nacional Beatriz Rojkés de Alperovich, quien además de haber gestionado un acto con Cristina Fernández de Kirchner en Tucumán a fines de 2017, ha realizado justamente ayer en la sede justicialista del jardín de la república, una disertación con el ex Jefe de Gabinete de CFK, Anibal Fernández. El Gobernador Juan Manzur, teniendo ahora la excusa ideal para menguar el poder partidario que todavía detenta el matrimonio Alperovich, deberá tomar las riendas del justicialismo local antes de que el mandato de la ex Presidenta Provisional del Senado venza en abril del año próximo .
Hasta acá, los ojos puestos en los PJ de las provincias que mantienen relaciones diplomáticas con el Gobierno Nacional. Atípico es el caso de San Luis, donde el gobernador Alberto Rodriguez Saa ha radicalizado su faceta k, mientras su hermano Adolfo ejerce la Presidencia del PJ puntano con posicionamientos antagónicos a los del actual mandatario provincial.
Podrán los muchachos estar anticipándose, pero independientemente del resultado que podría tener la apelación presentada, y aún incluso logrando revertir el fallo vigente dictado por la jueza federal, el sector del peronismo kirchnerista representado en términos partidarios por la figura de José Luis Gioja, ha experimentado un duro golpe al no recibir (más allá del comunicado formal) una contundente muestra de apoyo por parte de los gobernadores que conforman la liga, quienes evidentemente parecerían avalar este forzoso y judicial proceso de deskirchnerizarión nacional del Partido Justicialista.