La Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (Asimm) ratificó la continuidad de «los escraches» a la multinacional «Glovo» y cortó varios carriles de la avenida Álvarez Thomas, en la Capital Federal, donde la compañía de logística instaló sus nuevas oficinas, en demanda del cumplimiento de normativas y leyes vigentes y «el cese de la discriminación ejercida contra los trabajadores extranjeros», informó el gremio.
Un comunicado firmado por el secretario general, Marcelo Pariente, indicó que la nueva protesta frente a la empresa/aplicación «Glovo», en la avenida Álvarez Thomas al 1100, obedeció al «incumplimiento» de normas y leyes que regulan la logística en dos ruedas.
«La compañía debió mudarse de su original domicilio legal en la avenida Monroe como consecuencia del escrache anterior. El gremio exige que cumpla con todas las normas y leyes vigentes», señaló el dirigente, quien denunció también que «Glovo» instaló «un negocio sobre la base de la negación de la relación laboral con sus trabajadores».
Maximiliano Arranz, adjunto del gremio, aseveró que “los trabajadores sufren la falta de pago, diferencias en los montos a percibir, carencia de cobertura social y un sistema disciplinario que retrotrae las relaciones laborales al siglo XIX”, indicó el documento.
También aseguró que en una próxima protesta, el gremio se movilizará con bombos hacia las puertas del domicilio de Matías Gath, dueño de «Kadabra» y gerente de «Glovo».
«Somos trabajadores del transporte y sabemos hacernos respetar. Aún en tiempos difíciles, llevamos en el ADN la conciencia de los derechos. Si caemos de forma circunstancial en modelos de fraude laboral no es por ignorancia o apatía sino por la obligación de llevar el pan a los hogares. Todos anhelan la protección de un convenio colectivo que garantice dignidad para la profesión y luchan por la contención de todos y el goce de las conquistas sociales, esencia de la organización gremial», puntualizó.
La conducción expresó su «pesar» ante «las nuevas formas de explotación, que se aprovechan de la vulnerabilidad de los hermanos latinoamericanos, que procuran hoy en la Argentina un futuro mejor», y realzó que el gremio «no distingue a la hora de reclamar derechos adquiridos, por lo que los trabajadores extranjeros deben saber que existe la Ley de Contrato de Trabajo y el convenio 722/15 del sector, que hay que defender».
También sostuvo que «el fraude laboral despoja de derechos y es un atentado contra el trabajo digno y genuino, ya que arriesga miles de fuentes de empleo formales», y denunció que en «la informalidad no hay esperanza, por lo que debe ser destruida al tiempo que e preciso ordenar y mejorar la formalidad», concluyó la comisión directiva.