(por pablo cano) «El Hombre», tal como se lo refiere al octogenario dirigente mercantil dentro de los pasillos del histórico Sindicato de Comercio, pasa las horas más difíciles de su dilatada conducción. Rebelión en las bases, ajetreo de causas en los tribunales, pérdida de confianza por parte del círculo rojo y una elección que por primera vez lo encuentra a la defensiva.
Basta con pegarse una vuelta por las cercanías de la Gral. Paz para encontrar que justamente falta ídem en el Sindicato…cerca del cruce en av. Rivadavia se lee «Cavalieri el 15% no alcanza…», en el cruce con la autopista Dellepiane, sobre los paredones del barrio INTA «Armando Conducción». La guerra de pintadas no forma parte de la tradición de los empleados de comercio y esto es apenas un detalle menor.
Las operaciones de prensa que se sucedieron contando algunas peripecias que estaba atravesando Cavalieri desde portales de clara cercanía con el gobierno prendieron las primeras alarmas cuando todavía el verano no había terminado. Al mismo tiempo, la campaña de Ramón Muerza empezaba a tomar vuelo propio a caballo de un doble impulso, por un lado, la cercanía de Muerza con el gobierno de Cambiemos lo que lo hace un sindicalista «friendly», por el otro, el costo que empezaba a pagar Cavalieri en los prolegómenos de una paritaria que fue firmada al número planteado por el Gobierno…y todavía faltaba la bomba de Carrefour.
Nadie en el Sindicato desconocía lo que se estaba precipitando en la cadena de retail francesa que es uno de los grandes empleadores privados de Argentina, sin embargo, todos especulaban con alternativas de conflicto distintas a las que se sucedieron. Cavalieri había recibido de Carrefour una propuesta muy similar a la que luego homologaron bajo la sonrisa del Ministro Triaca, pero al recibirla no creyó que sucedería tal cual. La empresa presentó su proyecto preventivo de crisis y allí todo corrió rápidamente sin capacidad de contención de daños. Las fotos de locales cerrados y empleados parapetados contra el acuerdo firmado por Cavalieri carecen de antecedentes y llamaron poderosamente la atención tanto a la empresa como al gobierno como a otros sindicalistas del club del 15% que están siguiendo con atención el recorrido del Gitano.
Ramón Muerza, cuya base de apoyo se encuentra justamente en los hiper y puntualmente en Carrefour, hizo el scrum detrás de los trabajadores pero dejando el protagonismo en ellos y en los propios delegados de la empresa. Cavalieri no musitó ni una palabra. El Ministerio de Trabajo llamó a conciliación obligatoria en auxilio de Armando que no pudo garantizarle ni a la empresa ni al gobierno la docilidad acostumbrada de los mercantiles.
Al mismo tiempo, otros grandes empleadores de Comercio miran el desarrollo de las acciones y ya preparan medidas parecidas…todas direccionadas al achique de personal y al ajuste del costo laboral.
Mientras la tormenta perfecta se ciñe sobre «El Hombre», el reloj estatutario lo obliga a tener elecciones este año y, aunque pueda manejar su propia junta electoral, Armando cavila respecto de cómo le respondería el Ministerio de Trabajo y la Justicia si la cosa se complica…un viejo caminante del sindicalismo añadió una referencia a otras tribulaciones del viejo dirigente mercantil y dijo «…el problema del Gitano, es que esta vez no lo resuelve ni reclutando dirigentes ni regalando autos…»