Tras cumplirse cuatro meses desde que el gobierno de Mauricio Macri decidió que la empresa de fabricaciones militares del Estado sea vaciada, los trabajadores anunciaron que no darán por terminada la lucha: «Decidimos quedarnos en el acampe hasta las próximas elecciones».
Se trata de la única planta de sudamérica que fabrica TNT y la única fábrica de argentina que tiene capacidad operativa para abastecer a las Fuerzas Armadas.
El fin de semana, los trabajadores realizaron una asamblea, en la que decidieron continuar con la medida de fuerza y aseguraron: «la única manera de que lo levantamos, es que se reabra Fanazul, o nos den trabajo en otro estamento del Estado».
Cabe recordar que la planta de Azul pertenece a Fabricaciones Militares, depende del Ministerio de Defensa Nacional, cartera que decretó en febrero pasado el cierre definitivo de la fábrica, dejando en la calle a 220 personas.
Desde el pasado 22 de septiembre, los trabajadores y trabajadoras de Fanazul se encuentran en lucha por preservar la planta y sus puestos de trabajo. Uno de los trabajadores de Fanazul, Alejandro Troman, con respecto a la decisión del Gobierno de cerrar la planta, en su momento aseguró que desde el gobierno «no hay ningún avance, siguen determinados a cerrar Fanazul. Es una fábrica muy grande para la ciudad de Azul, con 74 años de historia, y por eso el pueblo está totalmente en contra de la decisión política del gobierno nacional».