El secretario general de la CGT Juan Carlos Schmid pronunció ayer un duro discurso frente al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE): «¡Nos están agarrando de boludos, de pelotudos!», exclamó. Asimismo, no descartó que la central obrera profundice su plan de lucha contra la política económica del Gobierno.
«Si lo peor ya pasó ¿qué es lo que está pasando ahora? Lo que falta es la moneda en el bolsillo de los trabajadores», enfatizó Schmid en una protesta que se centró en reclamos contra los aumentos de tarifas aunque cuestionó otros aspectos de la política económica.
En ese marco, no descartó «medidas de protesta más fuertes que tendrá que definir la CGT» para rechazar el «ajuste» que, consideró, anunció por la mañana el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
El dirigente señaló que el planteo de más recortes en el gasto público es «una declaración de confrontación con los sindicatos y con el pueblo trabajador»; y pronosticó que si se avanza con esas medidas, habrá «despidos en el sector público que luego se trasladarán al sector privado».
El discurso de Schmid se dio al concluir una manifestación de los gremios del transporte agrupados en la CATT, acompañados por otros sindicatos de la CGT, a la sede del ENRE, de Suipacha al 600 en el microcentro porteño, para repudiar el aumento de tarifas de servicios, según consignó la agencia Noticias Argentinas.
Durante la movilización, personas vestidas de traje y con máscaras, arrastraron carretillas llenas de papeles que simulaban ser billetes, de color amarillo y con la cara del ministro de Energía, Juan José Aranguren.
El jueves, a través de un comunicado, la CGT advirtió que «ante tanta incertidumbre económica y social, el Gobierno impulsa nuevamente reformas laborales que disminuyen las indemnizaciones y socavan el orden público laboral a favor de las empresas». En otro fragmento del documento, la central obrera advirtió que «el creciente deterioro de la situación social y laboral hace imposible la política económica» que sigue la Casa Rosada.
En medio de una jornada con una nueva trepada del dólar y del rechazo del sindicalismo a la reforma laboral y los aumentos de tarifas, la CGT manifestó su preocupación por la situación económica e, incluso, durante la reunión del Consejo Directivo hubo dirigentes que pidieron comenzar a realizar acciones que desemboquen en un paro general.
No obstante, la Central se limitó a señalar que tomará «las medidas que acción sindical que considere necesarias para expresar el rechazo de los trabajadores a esta política económica que agudiza las desigualdades y no atiende las necesidades de los más vulnerables».