Tras el último allanamiento al sindicato de Camioneros que lidera Hugo Moyano, la Confederación General del Trabajo sostuvo que «la irrupción violenta por parte de las fuerzas de seguridad son una verdadera puesta en escena con el sólo fin de obtener una repercusión mediática persistiendo en la idea de demonizar a los dirigentes sindicales y, especialmente, a las organizaciones de los trabajadores».
El texto firmado por su consejo directivo agrega: «Vivimos en estado de derecho y somos respetuosos del normal funcionamiento de la Justicia, pero resultan muy llamativas las embestidas judiciales a las organizaciones gremiales casualmente en momentos donde se han realizado fuertes críticas al Poder Ejecutivo y en vísperas de un nuevo intento de reforma laboral».
En esa línea, la CGT consideró los dos allanamientos como «actos represivos que no tienen otra finalidad que la de amedrentar a las organizaciones sindicales que plantean disidencias con las políticas públicas que lleva adelante el Gobierno actual».
Desde la central obrera advirtieron que «claramente no podrán con ello torcer el brazo a quienes no tienen otro interés que defender los derechos de la clase trabajadora».
Efectivos de la Policía Federal realizaron el jueves y el viernes allanamientos en diferentes sedes de Camioneros, en el contexto de una causa judicial que investiga presuntos pedidos de coimas tras una denuncia de la empresaria Nancy Pastorino, dueña de Expreso Pontevedra, quien aseguró que el gremio intentó extorsionarla con un pedido de 500.000 pesos.