Encabezada por la Corriente de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie, y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la movilización cuenta también con el apoyo de gremios como La Bancaria y Camioneros, y de la CTA de los Trabajadores, encabezada por Hugo Yasky.
La «Marcha Federal por Paz y Trabajo», como fue denominada por los organizadores, arrancará mañana con columnas desde La Quiaca (Jujuy), La Rioja capital, Posadas, Bariloche y Ushuaia.
Además de expresar su rechazo a la política económica del Gobierno y a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, los manifestantes reclamarán frente la sanción de leyes de «emergencia alimentaria, integración urbana, infraestructura social, adicciones y agricultura familiar», dijeron en un comunicado.
La iniciativa de emergencia alimentaria incluye un relevamiento para detectar casos de malnutrición o en riesgo de estarlo para brindar asistencia mediante bonos alimentarios, mientras que la de integración urbana plantea «regularizar y urbanizar los barrios humildes para mejorar la prestación de los servicios».
En infraestructura social, exigen «garantizar que el 25 por ciento de las obras públicas sean realizadas por cooperativistas de trabajo».
Además solicitan que el Congreso trate un ley de adicciones que incluya la asistencia en casos de consumo y una ley de agricultura familiar para «proteger a las familias que poseen y trabajan sus tierras».
De acuerdo con lo previsto, las columnas que atravesarán las provincias del Noroeste, Noreste, Cuyo y la Patagonia confluirán el viernes a partir de las 9 en el Puente Pueyrredón y en Liniers para, desde allí, marchar hacia el Congreso Nacional, donde realizarán un acto a partir de las 14.
Durante la semana pasada, los movimientos sociales recibieron el respaldo de parte de la conducción de la CGT, en el marco de un encuentro en la sede de Azopardo al 800, del que participaron, por parte de la central obrera, el triunviro Juan Carlos Schmid y el titular de UPCN, Andrés Rodriguez.