El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, dispuso ayer una nueva intervención a una organización sindical. En este caso se trata del Sindicato de Trabajadores Mensualizados de los Hipódromos Argentinos (Sitramen) que comandaba desde hacía más de 10 años Adolfo Desvard.
Entre los motivos que llevaron a la determinación de la cartera laboral, según consignó hoy La Nación, estuvo el incumplimiento con el cupo femenino en el proceso electoral que llevó a la cuarta reelección de Desvard, y serias irregularidades vinculadas al manejo patrimonial del gremio, como el hecho de pautar un contrato leonino de alquiler de la propiedad de la entidad sindical en beneficio del propio secretario General.
Con el Sindicato de Trabajadores Mensualizados de los Hipódromos Argentinos, ya son diez los gremios intervenidos desde que Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada. Todo un récord.
El Sitramen es un sindicato minúsculo, de apenas 370 afiliados que integra la mesa del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que lideran el taxista Omar Viviani y el ferroviario Sergio Sasia.
De hecho, Desvard descuenta que las gestiones de Viviani, por quien se siente protegido, ante el Gobierno Nacional podrán devolverlo al sillón de secretario General en poco tiempo.
El delegado normalizador designado por la cartera laboral es Juan Antonio Guadarraga, hombre que viene de cumplir funciones en el Sitraed, sindicato docente chubutense que forma parte de la lista de organizaciones intervenidas en el último año.
A Desvard se le venció el mandato en 2017, pero la elección no se hizo porque hubo una impugnación por no haber incluido a ninguna mujer en la junta electoral (el cupo femenino es únicamente obligatorio para la comisión directiva). El caso se judicializó y el último movimiento fue una medida cautelar en la que se dispuso que continúen las mismas autoridades hasta que se llame a una nueva elección.