Semanas atrás, mediante una jugada judicial, el jefe del Sindicato de Empleados de Comercio y presidente de la Obra Social de Empleados de Comercio y Actividades Civiles (Osecac), Armando Cavalieri, logró que postergaran su indagatoria en la Justicia Federal de la ciudad de Córdoba que estaba pactada para el 24 de mayo. Pero el plan parece postergarla por tiempo indefinido.
Con la designación de un nuevo abogado un abogado en Córdoba, Tristán Gavier, que pidió un plazo para estudiar la causa, en aquella oportunidad había lotgrado postergar la indagatoria para el 19 de junio.
Pero la visita de Cavalieri el juez federal Nº 3, Miguel Hugo Vaca Narvaja, que fue quien ordenó el allanamiento de la sede central de Osecac, en la ciudad de Buenos Aires, parece tendrá más demora. Es que, desautorizando abiertamente al magistrado, el gremialista ya confirmó su presencia en el Congreso de la red global UNI realizará en Liverpool en la fecha en la que debería estar en Córdoba para dar cuentas ante la justicia.
El líder mercantil está imputado desde marzo en una causa que lo investiga por supuesta administración fraudulenta y presunto desvío de 53 millones de pesos. Sin embargo, en sintonía con el blindaje oficial que tejió Cambiemos sobre su persona, nunca el juez Vaca Narvaja logró tener frente suyo al sindicalista.
El fiscal Enrique Senestrari lo acusó en una causa paralela a la que investiga la quiebra de la financiera Cordubensis (CBI), que generó un escándalo y de la que se desprendieron otras investigaciones.
La imputación alcanza también a los otros miembros de la mesa directiva de la obra social, quienes también fueron evitando su presentación, en consonancia con la estrategia judicial de Cavalieri.