La Dirección General de Cultura y Educación bonaerense adhirió al Decreto 465 del Gobierno de María Eugenia Vidal por el cual se estableció el régimen de retiro voluntario optativo para los agentes de planta permanente con estabilidad del Poder Ejecutivo provincial, organismos de la administración centralizada, desconcentrada y descentralizada, empresas del Estado provincial y entes autárquicos.
La medida -oficializada vía la Resolución 1665 publicada en el Boletín Oficial, con la firma del ministro Gabriel Sánchez Zinny- se da en medio de la dura pulseada entre el Ejecutivo y los gremios docentes frente a una paritaria salarial 2018 que no logró arribar aún a un acuerdo.
La decisión de achicar la planta estatal por parte del Gobierno bonaerense, en sintonía con las políticas económica nacionales, ya había causado polémica y le había valido un fuerte repudio del gremio de estatales ATE.
Oscar de Isasi, secretario general de ATE y la CTA Autónoma bonaerense, advirtió cuando se decretó la norma para los estatales que “este decreto debe enmarcarse en una sucesión de decisiones que perjudican a los trabajadores del Estado. Firma de paritarias con salarios a la baja, jubilaciones compulsivas, despidos y ahora los retiros voluntarios responden a un plan del gobierno que apunta a reducir la masa salarial y a precarizar las relaciones laborales”.
De Isasi recordó que la política de retiros voluntarios no es nueva, sino que, “como ya sucedió en los años ’90, los retiros voluntarios son una ilusión óptica para los trabajadores de cara al futuro, porque el dinero que agarran rápidamente se esfuma y no vuelven a conseguir un empleo. Son medidas clásicas de ajuste”