El empresario surcoreano Yeal Kim, director de la Fundación Pro Tejer, aseguro que la industria textil perdió 35.000 puestos de trabajo formales en los últimos dos años, sin contar los empleados en negro de los cuales no se tiene registro, como consecuencia de la liberación de exportaciones.
«Se achicó el mercado de 500.000 toneladas anuales a 400.000 en dos años al caer el poder adquisitivo. Antes compartíamos el mercado con productos importados en un 50%. Hoy el importado está en 60%», señaló Kim, quien inmigró hacia la Argentina con su familia –que también se dedicaba a la indumentaria– en 1976, cuando él tenía 18 años.
Además, el empresario aseguró que el panorama es muy complicado para la industria.
«Este gobierno no demuestra una política, ni hablo de política industrial, sino macroeconómica», consideró el dueño de la textil Amesud, que emplea a 470 personas, en diálogo con la revista Noticias.
Por su parte, criticó que el kirchnerismo solucionaba el déficit fiscal emitiendo moneda, mientras que Cambiemos lo hace pidiéndole asistencia al Fondo Monetario.
Aseguró que «ninguna de las dos formas sirve porque están tapando el agujero, pero para solucionar el problema de fondo la única forma es produciendo industrialmente».
En este sentido, comparó con Corea del Sur, que en los ’70 «era un país pobre y agrícola, pero tomó una política industrial fuerte» y apoya al sector «textil para que sea locomotora».
«En 2000, se empieza a encarecer la mano de obra y se instalan fábricas en China, Vietnam, Indonesia, México, Guatemala y República Dominicana. Pero empresas como Samsung o LG siguen teniendo su sector textil y exportan por excelencia en diseño, calidad y tecnología», concluyó.