“La situación es que desde hace dos años hasta ahora, con el tema de los tarifazos aumentó la luz y el gas, los costos subieron muchísimo y con la paralización de la obra pública, no hay venta», manifestó Carlos Cecilia, un histórico trabajador con 15 años de antigüedad en la cerámica, al portal Gremiales Tucumanas.
«Antes entraban 4 o 5 camiones y retiraban ladrillos, pero hace un tiempo que solo venían dos carritos chicos”, precisó respecto de la caída de la demanda sostenida.
“No podés pagar casi un millón de pesos en gas, la empresa tenía un gasto de 3 millones de pesos mensuales para pagarnos a nosotros, para bancar el Estado, y los gastos de funcionamiento de la empresa”, explicó Cecilia, quien además remarcó el esfuerzo del dueño de la empresa para sostener las fuentes de trabajo. “El dueño llegó a vender sus propiedades para pagarnos el sueldo a nosotros. La situación ya no da para más”.
“Ayer me mandaron el telegrama a mi casa, anunciando que el cierre de la empresa es formalmente el día 30. La fábrica funciona a la perfección, en este momento hay gente trabajando en la empresa”, señaló el trabajador ladrillero que estimó que el cierre de la empresa pone riesgo el sustento de 300 ranchilleños.
Para concluir, Carlos Cecilia agradeció al pueblo de Ranchillos por acercarse a la fábrica a comprar los ladrillos realizados en la última producción, con lo cual se pagará la indemnización de los trabajadores. A su vez manifestó su preocupación por los vecinos ranchilleños que necesitan realizar mejoras habitacionales: “La gente de nuestro pueblo que necesita construir una piecita ¿Dónde comprará los ladrillos ahora, cuando antes lo compraba a dos mangos a la par de la casa? Esto me hace acordar a cuando cerró el ingenio San Antonio en el año 66. Es muy triste”.
De esta manera, la crisis del sector se cobra el cierre de la cuarta cerámica, quedando en la provincia solo una: Cerámica Marcos Paz.
Fuente: Gremiales Tucumanas