Entre el sábado y el día de hoy empezó a circular en los medios periodísticos algo que ya era un rumor en los pasillos de la calle Azopardo, que vía teleconferencia a partir de una gestión efectuada por la Confederación Sindical de las Américas (un sello que juega en las superestructuras de los organismos internacionales), parte del triunvirato cegetista y otros actores vinculados con el movimiento obrero pudieron chequear de primera mano tanto que el ajuste es en serio como que fue el gobierno quien recurrió al Fondo con ese libreto…y ya firmó las papeles al respecto.
Si bien los trascendidos que ahora toman conocimiento público apuntan a darle cierta entidad a la CGT en ese diálogo de grandes actores, otros personajes que participaron de la teleconferencia o tomaron testimonio de primera mano afirman que la misma fue casi un protocolo gentil llevado a cabo por terceras líneas del FMI y en el cual, sustancialmente, reafirmaron lo ya conocido, que el acuerdo fue pedido por el gobierno de Macri, que implica un fuerte ajuste fiscal con un pequeño salvoconducto para gasto social y que los términos de tal ajuste ya fueron firmados por lo que -por mas diálogo que se monte- lo firmado, firmado está. Incluso pareció que el único esfuerzo de los burócratas del FMI fue dejar en claro que el ajuste asumido por el gobierno fue el que el propio gobierno llevó a la mesa de negociaciones, esto es, dejar en claro que ellos no han sido los promotores del mismo mas allá de que sus recetas suelen girar siempre sobre el mismo temario.
Los próximos días rebelarán si efectivamente la CGT fue subida al escenario de las negociaciones, o simplemente hubo el gesto de cortesía de atender a aquellos que representan a una parte sustancial de los ajustados.