El Consejo Directivo de la CGT finalmente decidió ayer darle una nueva vida al desgastado triunvirato que comanda la central, por lo cual dejó atrás la idea de realizar elecciones el próximo de 22 agosto para definir nuevas autoridades.
La resolución se adoptó durante la reunión que el Consejo Directivo mantuvo en la sede de Azopardo al 800. De esta manera se mantiene el triunvirato que asumió en agosto de 2016 y que está conformado por Héctor Daer, del gremio de la Sanidad; Carlos Acuña, referente del personal de estaciones de servicio; y Juan Carlos Schmid, del sindicato de Dragado y Balizamiento.
Esa era la postura sostenida por los Gordos, los Independientes, el barrionuevismo y el resto de las expresiones dialoguistas, que hoy no encuentran una figura de consenso para competir por una renovación en un congreso cegetista.
También sobrevivieron las tensiones internas. Es que el dirigente camionero Pablo Moyano ya había planteado públicamente sus expectativas de cambio para las canceladas elecciones encarnando un perfil más combativo: «Queremos que en el congreso del 22 de agosto haya una renovación con dirigentes al lado de los trabajadores y les ponga un freno a las políticas en contra de los derechos laborales», había dicho.
Incluso se había deslizado la posibilidad de presentar una fórmula conjunta con el líder del gremio bancario, Segio Palazzo. Moyano sustuvo que coinciden en «tener una CGT firme, ni arrastrada ni callada, ni tampoco con conflictos todos los días y que sea respetada por el gobierno». Y en las últimas semanas había
Durante el encuentro definió la realización de una reunión de secretarios generales de los gremios de la CGT. Ese cónclave en el que esperan sumar a todas las expresiones cegetistas, incluso aquellos que hoy no están en la conducción, será a fines de agosto. El objetivo es continuar debatiendo la postura que tendrá que seguir la central frente a las políticas del Gobierno.
Ese espacio será clave porque espera contar con la participación de pesos pesado que hoy no residen en Azopardo y pueden tallar en las definiciones. Entre ellos se encuentran la UOM, el SMATA, la Unión Ferroviaria, Luz y Fuerza, Telefónicos y otros gremios, que en el último tiempo empezaron a presionar para integrar una central obrera con un perfil más firme frente a las decisiones de Mauricio Macri.