Con un escándalo que crece, que ya permeó en la agenda de todos los medios y en el que el Presidente y la Gobernadora tienen que empezar a dar explicaciones, los aportantes truchos de Cambiemos se convirtió en el tema del momento.
Ayer, en un gesto espasmódico, María Eugenia Vidal anunció que le pidió de manera «preventiva» la renuncia a la Contadora General provincial, María Fernanda Inza, ante sospechas de presuntas irregularidades en el financiamiento de la campaña electoral de Cambiemos en 2017.
«Le he pedido en el día de hoy la renuncia a la contadora general, María Fernanda Inza, al cargo de contaduría general de la provincia. Formó parte del equipo, la conozco, confío en ella, no tengo ningún elemento objetivo que demuestre» su involucramiento en los hechos que se denuncian, señaló Vidal, en referencia a la funcionaria, quien además es la Tesorera del PRO bonaerense.
La curiosidad es que la decisión de Vidal llega a sólo a dos días de haberla nombrado formalmente en el cargo.
Mientras tanto el mundo sindical no es ajeno. El primero en ser arrastrado por la correntada de los aportantes falsos fue Ramón Ayala, el heredero de Gerónimo «Momo» Venegas en la Uatre y en las 62 Organizaciones amarillas. Ayala se enteró en medio de una nota periodística que era aportante, cosa que primero lo negó rotundamente, para luego (en otra nota) tratar de justificar. Pero entre tanto ida y vuelta dio mal la cifra con la que figura en los listados.
Según lo presentado por Cambiemos, Ayala le aportó 25 mil pesos a la campaña de Graciela Ocaña y Esteban Bullrich el año pasado. Nada mal.
Otro dirigente involucrado, también de los peones rurales, es Pablo Ansaloni. El hombre de la Uatre, que logró una banca en el congreso nacional por la provincia de Buenos Aires, figura aportando 20 mil pesos.
En la dubitativa justificación que trató de hacer Ayala de su presencia en la lista de aportantes había dicho que junto a Ansaloni asistieron a dos cenas de campaña y que habían pagado 5 mil pesos el cubierto en cada una. Los números no cierran. Para ninguno.
El tercero en esta marea es Jorge Mancini, el titular del Sindicato de Obreros y Empleados del CEAMSE y actual diputado provincial por Cambiemos. El dirigente, que en su momento fue muy cercano a Hugo Moyano, aparece como aportante de la nada despreciable sumo de 80 mil pesos. Hasta el momento no se pronunció respecto del origen de ese dinero.
El cuarto en discordia, y quizás el que anticipaba el quiebre posterior con su referente, fue Gastón Frutos. El hijo de Abel Frutos, ex candidato a concejal, aparece como aportante de 5.100 pesos. El dirigente panadero, que tiene a su hijo trabajando con él en el gremio, era uno de los gremialistas mas cercanos a Moyano y paulatinamente comenzó a alejarse. De hecho este año mientras el camionero encabezaba la multitudinaria protesta del #21F, Frutos aprovechaba para reunirse en secreto con Jorge Triaca.