Temporada alta de rosca sindical. De cara al plenario de secretarios generales de la CGT que se realizará a fines de agosto, todos los espacios y dirigentes juegan sus cartas y empiezan a posicionarse en torno a dos grandes conjuntos: Los que apuntalan la continuidad del triunvirato Vs Los que quieren elecciones para elegir una nueva conducción.
En este último grupo se encuentran, desde hace semanas, el moyanismo -con Pablo Moyano como principal exponente- y la Corriente Federal de Trabajadores que encabeza Sergio Palazzo. La postura de los «renovadores» en los últimos días sumó dos aliados trascendentales, con los que se volvieron a mostrar ayer en un cónclave que se realizó en la sede del gremio de pilotos APLA: la UOM y el Smata.
El encuentro, que tuvo la presencia de más de 40 organizaciones, sirvió para ratificar la alianza de Moyano y Palazzo con Antonio Caló y Ricardo Pignanelli. Algo que ya se venía tejiendo, pero que nadie sabía si se iba a sostener en el tiempo.
Allí ratificaron que llevarán al plenario de secretarios generales la postura unificada de reclamar elecciones en la CGT para renovar la conducción. Coincidieron en que el tiempo del triunvirato está agotado, por lo que le pedirán al Consejo Directivo de la central obrera que cumpla con su compromiso de convocar un congreso extraordinario.
La idea que sobrevolaba la reunión de ayer es la de volver a la figura de un secretario general y encarar un plan de lucha para confrontar con la política económica del Gobierno Nacional. «El diálogo del triunvirato está agotado», señalaron a InfoGremiales.
Acordaron volver a reunirse el 14 de agosto, días antes del plenario cegetista, y tender puentes de negociación con el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) para sumarlo. El MASA, integrado por la Unión Ferroviaria, Luz y Fuerza, Telefónicos, Legislativos y Taxistas, entre otros, el martes se fotografió con el truinvirato, en lo que se interpretó como un velado respaldo a la continuidad de Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña al frente de Azopardo.
Para obturar el avance de los renovadores, los triunviros más los Gordos y los Independientes, le prometieron al MASA (que se convierte por estas horas en una especie de árbitro) endurecer su posicionamiento frente al Gobierno e incluso lanzar un plan de lucha en la cumbre de agosto.