Luego del mediático allanamiento del gremio, y apenas finalizada la feria, el Juzgado Criminal y Correccional N° 5 le envió señales preocupantes a Armando Cavalieri. Le avisa que las causas no se cajonean y que su horizonte judicial se torna cada vez más que complejo, con una serie de pesquisas que avanzan en simultáneo y lo encierran en una estrategia de pinzas peligrosa.
Mientras los tribunales cordobeses impulsan la investigación de una estafa multimillonaria a la obra social Osecac (con fuertes rumores sobre la inminente caída del primer detenido) y la denuncia por el incumplimiento del cupo femenino se tramita en paralelo, las malas nuevas le llegaron de los juzgados porteños.
Sólo pasaron unas horas de retomadas las actividades y Marcelo Pedro Hernán Martínez de Giorgi emitió una resolución en la que le negó al líder mercantil la posibilidad de sumarse como querellante a la causa que investiga las irregularidades en los padrones. Le desarma, así, la estrategia defensiva de presentarse como perjudicado por la adulteración de la documentación y lo deja directamente sentado en el sillón de los acusados
Con fecha del 30 julio, el magistrado le dejó claro al mundo sindical y al Gobierno que la causa seguirá su rumbo. Allí se lo investiga al «Gitano» por falsificación de documento debido a la presencia de casi 6 mil muertos en el padrón que el gremio habría presentado ante el Ministerio de Trabajo. Para colmo esas identidades habrían surgido del robo de datos de la Anses, lo que agravaría la situación.
Además, en el mismo escrito, Martínez de Giorgi acepta como querellante de la causa a Ramón Muerza, dirigente opositor que está en carrera para desbancar del sillón de secretario General a Cavalieri y le otorga la potestad de sumar pruebas.
Por último se conoció que en los allanamiento al gremio y a Parque Norte se secuestró el padrón de afiliados, el libro de actas del gremio y de las asambleas, el estatuto y tres discos rígidos, con los que la justicia tratarán de comprobar las maniobras, del oficialismo, para manipular las próximas elecciones con la sustracción de identidades.