El triunvirato apura las gestiones para ensanchar el respaldo a su conducción y prolongar su mandato al frente de la central obrera. Luego de haber conseguido el guiño del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) que entre otros agrupa a la Unión Ferroviaria, Luz y Fuerza, Taxistas y Telefónicos, el triunvirato apunta a un gremio emblemático.
Hoy Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña recibirán a Antonio Caló en el marco de una reunión de mesa chica de CGT para analizar el resultado del Consejo del Salario de ayer y empezar a planificar el plenario de secretarios generales de fin de mes, que ratificará la conducción.
La llegada de los metalúrgicos, tras el portazo que pegó a principios de año Francisco «Barba» Gutierrez, representa un gesto importante para los triunviros. Es que podría ser el principio del camino para reinsertarlos en la mesa de toma de decisiones, pero también podría ser un paso para debilitar el armado moyanista.
Hasta ahora Caló había puesto expectativas en las reuniones que empujaban el moyanismo, la Corriente Federal de Trabajadores y el Smata. Se trataba del armado que quería sepultar el triunvirato y aspiraba a un liderazgo abiertamente opositor al Gobierno Nacional.
Un cambio de bando de los metalúrgicos debilita las chances de los «combativos» y consolida la posición del triunvirato que parece encaminarse a lograr la continuidad de su conducción, luego de los meses en los que todos daban por finalizada su gestión.