El caso del médico trucho que ejercía ilegalmente la medicina en la Clínica Pedro Angel Salas, ubicada en el partido de General San Martín, detonó varias ramifiacciones gremiales.
Luego de la interna entre los químicos, en la que el Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas repudiara el accionar de la Obra Social del Personal de la Federación de Sindicatos de la Industria Química y Petroquímica que maneja la Federación, llegó un rebote en la UOM.
Es que en las últimas horas crecieron las acusaciones al titular de la seccional La Matanza de los metalúrgicos, Hugo Melo, por el caso de otras dos personas que ejercieron ilegalmente la medicina en una clínica que estaba bajo su órbita.
Se trata de Víctor García, que se hizo pasar por médico clínico y Ricardo Sispe que actuó en la UTI. Ambos cumplían funciones en la clínica que la UOM posee en Ramos Mejia.
Como agravante, voces del mundo matancero indicaron que uno de ellos actuó con la matrícula del director del establecimiento.
Aunque las dos personas ya fueron separadas de sus funciones, los reproches a Melo apuntaron a la falta de controles.
Pero fundamentalmente la bronca surgió porque cuando se informó de lo que estaba sucediendo y del peligro que corrían los afiliados, no se los desafecto y se los denunció penalmente en forma inmediata.